La reciente jornada electoral sentó varios antecedentes de lo que podría ocurrir en tres años, cuando se elija nuevamente presidente de México. Las candidaturas independientes, además de dar un fuerte mensaje a los partidos políticos, enseñaron que hay nuevas formas de acercase al electorado
El gobernador electo de Nuevo León, Jaime Rodríguez Calderón, el Bronco, aprovecha cada minuto libre que tiene entre entrevista y entrevista para mirar su celular. Responde tajante ante la pregunta ¿qué tanto revisas en el móvil? “Vencí a Los Zetas en mi ciudad (el municipio de García) con Facebook, y así vamos a seguir ahora al frente del gobierno, voy a leer y a responder cada uno de los comentarios que me envíe la gente de Nuevo León.”
Según el político neoleonés, en las redes sociales tiene un nivel de interacción del 95%. “Soy el único ente de este mundo que tiene un poder así de interacción. Me gusta cotorrear con la raza, yo soy un adicto a Facebook, ahí me doy cuenta de todo lo que pasa en el estado”, insiste.
El día de los comicios, el perfil de Rodríguez Calderón sumaba 600,000 likes —a finales de junio supera los 850,000— y Miguel Dávila, encargado de coordinar la estrategia de redes sociales, explica que esto se logró con un trabajo que inició en 2013, cuando se decidió contactar a cada uno de los usuarios que comentaban en el perfil del Bronco, con la intención de armar, desde lo digital, una “red de apoyo” en tierra.
Así nacieron los “soldados de Jaime”, ciudadanos a cargo de viralizar su mensaje en lo digital, de moverlo por las redes sociales. El 7 de junio había 80,000 “soldados” mezclados entre los seguidores en redes sociales. Todos, dice Miguel Dávila, “conquistados en Facebook”.
Y añade: “En Facebook armamos nuestro ejército de apoyo, que fueron los que daban a conocer el mensaje del ingeniero (Jaime Rodríguez). Así llegamos a más gente hablando con la gente del Facebook que te dice ‘yo te apoyo’. Eso es algo que no se hace actualmente: si tú comentas en el perfil de un político o de un gobernante, lo que menos te esperas es que él mismo te dé respuesta o que te busque, y el ingeniero lo hizo. Eso fue clave”, cuenta Miguel.
Esta estrategia, ponerle rostro a los usuarios y responder todos los mensajes recibidos, es lo que, según Rodríguez Calderón y su equipo, les dio el triunfo en Nuevo León.
“Lo primero que nos dijeron fue que en México no hay la cultura ni estamos en la época de que se gane la elección a través de la red social y Jaime siempre lo dijo ‘voy a demostrar lo contrario. Facebook va hacer que gane la elección’. Nadie nos creía, cuando no teníamos nada, ni dinero para una campaña”, dice Miguel Dávila.
Entonces, ¿las elecciones ya se ganan con redes sociales? Un like en Facebook, un seguidor en Twitter, ¿es un voto? La respuesta es: No.
Para María Elena Meneses, investigadora del Tecnológico de Monterrey en el área de medios, internet y cultura digital, para que una campaña en redes sociales como la de Jaime Rodríguez tenga impacto en las urnas, se necesita más que likes y seguidores.
“Una campaña así funciona cuando se conjunta con factores del mundo real. Es un despropósito decir que el Bronco obtuvo su triunfo gracias a Facebook. En realidad, lo que sucedió con él o con Pedro Kumamoto en Zapopan, Jalisco, obedece a otras causas: Ellos ganaron por el descrédito de los partidos políticos, porque lo hicieron muy mal sus contrincantes y porque los ciudadanos de ambas entidades están hartos de partidos y apostaron por candidatos independientes. A lo que se suma, una campaña muy inteligente en redes sociales”, asegura la investigadora.
El consultor y publicista político Xavier Domínguez, presidente de la agencia Wish&Win, una consultoría en comunicación política y estrategia electoral, lo lleva más allá. Dice que la campaña de los independientes en redes sociales siguió un cauce natural cuando, en cualquier caso, se da una prohibición en los medios tradicionales.
“¿Para qué necesita el Bronco invertir en televisión, si el PRI de Nuevo León dice que le pega a la mujer, que es narcotraficante, que es mala persona, que robó en su gestión de alcalde, que se va a robar todo en el estado o que come niños? ¿La gente por qué sabe del Bronco?, ¿por Facebook? No. Sabe por todo lo que el PRI dijo de él en medios, y entonces ahora sí voltea a ver su campaña”, dice el publicista.
“El electorado responde defendiendo al candidato que ha sido abusivamente atacado. Ese boom en redes sociales una vez más, para bien o para mal, para construir o para romper, nace de un impacto en los medios tradicio¬nales que rebota en redes sociales”, añade Domínguez.
Además de la campaña en redes de Jaime Rodríguez, la de Pedro Kumamoto, por un espacio en el congreso local de Jalisco, también llamó mucho la atención.
Kumamoto, de 25 años, publicó tras la elección que gastó 242,900 pesos durante su campaña, de los cuáles, 18,626 pesos fue dinero público; el resto, donaciones.
Publicar los recursos no sólo fue un ejercicio de transparencia, también sirvió para demostrar que actualmente se puede hacer campaña con menos gasto al erario gracias a una estrategia digital que, además, bien implementada puede llevar al triunfo a cualquier ciudadano.
“Uno de nuestros mensajes era que las campañas son muy costosas y por eso decidimos volcar una gran parte de nuestra estrategia a redes sociales, porque no cuestan. Todo se desarrolló en un terreno fértil, lleno de posibilidades que pudimos explorar para hacer política en internet”, cuenta Susana Ochoa, una joven de 24 años, egresada de la carrera de Comunicación en el Tec de Monterrey que fungió como coordinadora de comunicación en la campaña de Kumamoto.
Lo que estos jóvenes hicieron fue, desde el principio, idear una campaña en diferentes plataformas digitales. Susana lo explica así: “Había un nicho diferente, una oportunidad en cada espacio digital y lo usamos. Twitter era para el debate inmediato, nos permitía contestar coyuntura, Facebook fue nuestro dashboard, que junto con la página web usamos para depositar las propuestas y compromisos, mientras nos ayudaba a organizar los eventos, cuando iba a estar Kuma en una colonia. Periscope fue de las mejores cosas que nos pasaron en la campaña, nos permitió estar en el momento, en vivo, conectados con la gente y con Instagram podíamos compartir las imágenes de la campaña”.
María Elena Meneses dice que actualmente es un error concebir una campaña política, en cualquier parte del mundo, sin las redes digitales. Más bien, es momento de que la clase política y no sólo los independientes se atrevan a utilizarlas.
Lo que hemos visto en México es cómo las campañas se han articulado a través de diferentes plataformas, dependiendo de la época. En la de 2006 tuvimos una campaña de blogs (El Sendero del Peje, por ejemplo), en 2009 YouTube y Facebook; en 2012, sin duda, fue la campaña de Twitter.
En 2015 ya fueron distintas por las campañas de las plataformas digitales en su conjunto. Es decir, las campañas de lo que llamamos el ecosistema digital en su conjunto. La utilización de todas como un ecosistema, el problema está en que se use bien y se avienten a utilizarlo.
Fuente: Forbes