A los 89 años, el exmandatario uruguayo José “Pepe” Mujica atraviesa la fase terminal del cáncer de esófago que le fue diagnosticado en 2024. Así lo confirmó este lunes su esposa, Lucía Topolansky, quien indicó que el expresidente se encuentra actualmente bajo cuidados paliativos, enfocados exclusivamente en mitigar el dolor.
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Mujica había hecho pública su condición el pasado 9 de enero, cuando reveló que el cáncer se había extendido a su hígado y que ya no recibiría más tratamientos médicos. Además de la enfermedad oncológica, el exguerrillero padece una enfermedad inmunológica, insuficiencia renal y otras complicaciones que impiden nuevas intervenciones.
“La situación es terminal”, afirmó Topolansky a la radio Sarandí, asegurando que están haciendo todo lo posible para que viva este último tramo “lo mejor posible y con dignidad”.
El expresidente se mantuvo ausente en las elecciones regionales del domingo, donde la izquierda retuvo Montevideo. Su compañera explicó que un traslado en vehículo era demasiado exigente y su médica le recomendó no asistir. El presidente uruguayo Yamandú Orsi, cercano a Mujica, pidió respeto a la intimidad del exlíder: “No hay que enloquecerlo, hay que dejarlo tranquilo”.
Mujica, conocido mundialmente por su estilo de vida austero, sus discursos anticonsumistas y su figura carismática, se convirtió en un ícono de la izquierda latinoamericana. Durante su presidencia (2010–2015), rechazó privilegios, donó gran parte de su salario y vivió en su chacra rural en las afueras de Montevideo.