Colaboración de Lourdes Aranda
El próximo domingo 5 de junio, además de las elecciones en varias entidades federativas en México, se celebrará la segunda vuelta para elegir al futuro presidente de la República del Perú, entre los dos candidatos más votados en la primera vuelta: Keiko Fujimori y Pedro Pablo Kuczynski (o PPK, como se le conoce popularmente). El escritor y premio Nobel Mario Vargas Llosa ha pedido a sus compatriotas hacer un ejercicio de memoria contra el fujimorismo y respaldar a PPK.
El eje de esta segunda vuelta ha sido la reivindicación –o no– del pasado fujimorista, que sigue vivo en la sociedad peruana: el ex presidente Alberto Fujimori purga una pena de 24 años en prisión. El fujimorismo, como cualquier régimen autoritario, provoca grandes debates entre sus simpatizantes y sus detractores. La hija del ex presidente, Keiko, es la candidata puntera, pero también la que provoca más rechazo entre los electores: se han organizado protestas multitudinarias en las calles de las principales ciudades del país para rechazar su posible triunfo.
Los pro fujimoristas elogian el combate al terrorismo de “Sendero Luminoso”, el control de la hiperinflación que sufrió la economía peruana en “la década pérdida” y los programas sociales que mejoraron la vida de muchas comunidades marginadas. Los segundos recuerdan la época de terror que instauró el siniestro Vladimiro Montesinos, asesor presidencial y responsable de los servicios de inteligencia del país –hoy también en prisión–, caracterizada por la corrupción rampante, las numerosas violaciones a los derechos humanos y la vinculación con el crimen organizado.
Por su parte, Keiko Fujimori ha ido construyendo un liderazgo propio, al frente de su partido Fuerza Popular. Entre sus propuestas destacan mano dura contra la delincuencia –con medidas como reestablecer la pena de muerte– y ampliar los programas de asistencia social. Además la candidata aprendió las lecciones de su derrota electoral frente a Ollanta Humala en 2011 y ha logrado aumentar su porcentaje de votación en el campo, en algunos en casi 20 por ciento. Sin embargo, en su contra están los escándalos recientes en torno a la corrupción de algunos de sus colaboradores y aliados en el partido, así como las acusaciones del posible regreso a un narco estado.
Pedro Pablo Kuczynski, está mucho mejor preparado que ella para ocupar la presidencia de Perú. No sólo es que represente una opción antifujimorista, PPK tiene méritos propios: excelentes antecedentes académicos, buen desempeño como funcionario –ocupó las carteras de Energía y Economía y fue primer ministro brevemente– y gran reconocimiento en el medio financiero internacional. El despegue económico de Perú se basó en muchas de las medidas que él instrumentó. Pero estas características también juegan en su contra: PPK es para muchos electores el estereotipo del candidato tecnócrata limeño. Los domingos 22 y 29 de mayo se llevaron a cabo los debates entre Keiko y PPK. A Fujimori se le percibe como la más competente para combatir la delincuencia, a PPK para manejar la economía. Según la encuestadora Ipsos, Fujimori mantiene ventaja sobre Kuczynski, pero alcanzó también su techo electoral. El movimiento anulista (‘viciado’ se le dice en Perú) ha cobrado fuerza y puede afectar a PKK. Sin embargo, el reciente llamado de la ex candidata de izquierda, Veronika Mendoza –quien quedó en tercer lugar– a votar a favor de él, puede hacer una diferencia el domingo. Kuczynski recibió también el apoyo de varios delos excandidatos presidenciales que buscan cerrarle el paso al fujimorismo.
Los electores peruanos están en la disyuntiva de darle una segunda oportunidad a una opción autoritaria supuestamente reformada o no, que además tiene una mayoría amplia en el Congreso. En medio de turbulencias políticas y económicas, en Perú, lo mismo en Argentina que en Brasil, en España que probablemente en Estados Unidos, la polarización de las sociedades dificulta la gobernabilidad. En Perú ocurrirá una de dos: si el eje de la elección se define por el simple rechazo a Fujimori, PPK tiene mayores posibilidades de triunfo; si prevalece el miedo a la inseguridad y voto rural, Keiko tendrá ventaja. En todo caso, el ganador de este domingo lo hará por un margen muy reducido.
Twitter: @lourdesaranda