Desde el balcón central de la Basílica de San Pedro, el recién electo Papa León XIV, anteriormente conocido como el cardenal Robert F. Prevost, ofreció su primer mensaje al mundo tras ser elegido como el nuevo líder de la Iglesia Católica el 8 de mayo de 2025.
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En un discurso cargado de simbolismo, Prevost evocó con respeto y emoción a su predecesor, el papa Francisco: “Todavía conservamos en nuestros oídos esa voz débil, pero siempre valiente del Papa Francisco que bendecía a Roma”. Con estas palabras, el nuevo Pontífice marcó una clara intención de dar continuidad al legado espiritual y pastoral de Jorge Bergoglio, destacando que “el mal no prevalecerá” y que “Dios nos ama a todos incondicionalmente”.
León XIV hizo un llamado a la unidad, la fe y la acción, exhortando a los fieles a caminar “sin miedo, unidos, mano a mano con Dios y entre nosotros”, y a convertirse en discípulos de Cristo que lleven su luz a un mundo necesitado de esperanza.
En uno de los momentos más emotivos de su mensaje, el Papa dedicó unas palabras en español a la región que marcó profundamente su vocación: “Un saludo… a todos aquellos, en modo particular, a mi querida diócesis de Chiclayo en el Perú”, dijo, en referencia a los más de 40 años que vivió y sirvió en el país andino.
El nuevo pontífice concluyó con un llamado urgente a la paz, invitando a todos los pueblos a “construir puentes” y a trabajar por la justicia, desde la fe y la solidaridad. Con un estilo sobrio, cercano y esperanzador, León XIV deja ver desde su primera aparición pública que su papado buscará mantener la esencia pastoral de su antecesor, pero con un renovado impulso global.