Este miércoles, tras la primera ronda de votación del cónclave, una columna de humo negro emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, lo que indica que los cardenales aún no han alcanzado el consenso necesario para elegir al sucesor del Papa Francisco.
Los 133 cardenales electores, provenientes de 70 países, permanecerán aislados dentro del Vaticano hasta que alguno de los candidatos obtenga al menos 89 votos, cifra mínima requerida para ser nombrado el Papa número 267 de la Iglesia Católica.
La votación se realiza en secreto dentro de la Capilla Sixtina, bajo el fresco de El Juicio Final de Miguel Ángel, y cada intento fallido se anuncia al mundo mediante humo negro, señal tradicional que indica la falta de acuerdo. Cuando haya un elegido, el humo blanco será el anuncio esperado por millones de fieles en todo el planeta.
Los cardenales volverán a reunirse en las próximas horas para continuar con las votaciones, las cuales se repetirán hasta alcanzar el resultado definitivo. La duración del cónclave sigue siendo incierta, ya que en el pasado ha requerido desde tres hasta más de diez rondas.