La apertura de los primeros Juegos Paralímpicos de la historia en Sudamérica Rio 2016, llenó de asombro y emoción al público que abarrotó las elegantes graderías del mítico estadio Maracaná para ver la puesta en escena de los directores creativos Marcelo Rubens Paiva, Fred Gelli y Vik Muniz. El primer gesto de sorpresa y emoción se produjo cuando Sir Philip Craven, presidente del Comité Paralímpico Internacional (IPC por sus siglas en inglés), realiza un viaje imaginario en su silla de ruedas desde el Reino Unido hasta el monumental estadio de Brasil.
Craven, deportista británico en silla de ruedas con participación en cinco Juegos Paralímpicos entre 1972 y 1988, tuvo a su cargo la cuenta regresiva de 10 de los Juegos y bajo una lluvia de colores apareció el atleta estadounidense Aaron Wheelz, quien hizo delirar a la gente cuando bajó una empinada rampa para dar un salto mortal después de pasar un anillo iluminado con bengalas. La Ceremonia de Apertura de los Paralímpicos comenzó con un salto mortal del atleta en silla de ruedas Aaron Wheelz.
Una “Roda de Samba” dio inicio al ritmo y la alegría típica del pueblo brasileño con la aparición del pequeño Pedrinho da Serrinha, un percusionista de apenas 7 años de edad y representante de la nueva generación del samba. De a poco fueron apareciendo los surfistas, vendedores de biquinis, de pipas, de bizcochos, de mate, deportistas, bañistas, personas con deficiencia física y visual, todos juntos en la diversidad de la playa. La playa y el espíritu brasileño de los cariocas también estuvieron presentes en la emotiva fiesta de Apertura.
Lágrimas de alegría y emoción recorrieron los rostros asombrados de los espectadores, que de pie recibieron al maestro Joao Carlos Martins, quien tuvo a su cargo la ejecución del Himno Nacional en una versión más melódica y sentimental que fue severamente respetada por el público. El colorido y la música hicieron delirar a los espectadores en la Apertura de los Juegos Paralímpicos Rio 2016.
Cada una de las 164 delegaciones ingresaron en escena con el nombre en un lado de cada país escrito en una pieza de rompecabezas y en la otra las fotos de los atletas Paralímpicos. De a poco las imágenes de las caras de los atletas formaron un gran corazón que fue completado con el ingreso de Brasil, dejando en claro el lema “Todo el mundo tiene un corazón”.
«Construir un mundo más accesible, fraterno, donde todos puedan caminar lado a lado sin obstáculos. Es una misión difícil que nos hace más fuertes”, dijo Carlos Nusmar presidente del Comité Rio 2016.
Luego fue el turno del presidente del Comité Paralímpico, Craven.
“Tienen el poder de transformar comunidades, paísesy ciudades. Son los héroes del deporte actual. Tienen la oportunidad de hacer del mundo un lugar más justo.
El final tenía preparado el último golpe de emoción al corazón. La primera fue la aparición de la atleta estadounidense de snowboard Amy Purdy, quien en el 2014 ganó una medalla paralímpica en los Juegos de Invierno de Sochi. La tragedia de Purdy ocurrió a los 19 años cuando perdió las dos piernas a causa de una enfermedad que la tuvo al borde de la muerte. La atleta realizó, ante el asombro de todo el estadio, una representación musical en ritmo de samba con una máquina, un robot en forma de brazo industrial que la reverenció.
La otra, y la última emoción fue con el encendido del pebetero Paralímpico. La Antorcha, portada por 500 personas, recorrió durante siete días las cinco regiones de Brasil, siendo el último relevo cuatro atletas discapacitados brasileños, Antonio Delfino, Marcia Malsar, Adria Rocha y Clodoaldo Silva, quien emocionó y le puso suspenso a la noche cuando en medio de una lluvia torrencial subió con su silla de ruedas una rampa de tres niveles hasta llegar al Pebetero.
La música retornó en todo su esplendor y el cierre estuvo a cargo del cantante Seu Jorge, quien a pesar de la lluvia hizo bailar y delirar al público del mítico Maracaná.
Fuente: Rio2016