La liberalización anticipada a las importaciones de gasolina, anunciada el lunes por el presidente Enrique Peña Nieto, no tendrá un efecto este año en el bolsillo de los consumidores. La medida contribuirá a reducir el precio en el mediano y largo plazos, a partir de 2017, a la vez que liberará recursos para que Petróleos Mexicanos (Pemex) se enfoque en tareas estratégicas, consideró este martes Ernesto Revilla, director de estudios económicos de Banamex.
Anticipar a abril de 2016 la posibilidad de que empresas privadas importen gasolina va a ayudar a que haya más inversión en el sector, en un momento de astringencia de recursos públicos, y permitirá que Pemex se enfoque en sus áreas de mayor valor estratégico, dijo Revilla en una entrevista.
El lunes pasado, el presidente Peña Nieto anunció en Houston, Texas, que a partir del 1 de abril de este año cualquier empresa podrá importar gasolinas y diésel en una medida que, dijo, deberá reflejarse en mejores precios en México.
La reforma energética impulsada por el gobierno del presidente Peña consideraba la posibilidad de que empresas distintas a Pemex pudieran importar combustibles a partir de enero de 2017. El precio de la gasolina y el diésel, que hoy es fijado por el gobierno, será liberalizado en enero de 2018.
México importa poco más de la mitad, 52 de cada 100 litros de gasolina y tres cuartas partes del diésel que consume, de acuerdo con datos oficiales.
«La mayor rapidez con la que se abre la importación de gasolina va a ayudar a que se acelere la inversión en el sector», comentó Revilla.
Por el momento, el gobierno federal no ha anunciado ningún cambio en la política de precios para las gasolinas y el diésel, apuntó el director de estudios económicos de Banamex. «Entonces, no prevemos que cambien los precios para el consumidor en este 2016, pero sí que el sector gasolinero esté mejor preparado para la liberalización total», que incluirá la operación de estaciones de servicio distintas a las franquicias de Pemex y también en el precio al público, que se dará en 2018, agregó.
La decisión del gobierno del presidente Peña Nieto de acelerar el plazo de la reforma para liberalizar la importación de gasolina es una respuesta a la mayor «astringencia fiscal»; a que se requiere mayor inversión privada en el sector y también para apoyar a Pemex en su transformación, expuso Revilla.
«Esto va a ayudar al abasto de gasolina en el país y también permitirá apoyar un poco a Pemex en el anuncio que haga pronto de su transformación interna y da una señal de que la prioridad sigue siendo la implementación de la reforma energética, apuntó.
El miércoles pasado, Luis Videgaray, secretario de Hacienda, anunció un recorte del gasto público de este año por 132 mil 300 millones de pesos. De esa cantidad, 100 mil millones de pesos serán reducidos al presupuesto de Pemex para 2016. El consejo de administración de la empresa petrolera se reunirá este viernes para aprobar las acciones que derivarán en el recorte del gasto.
El decreto que adelanta a abril próximo la liberalización a las importaciones de combustibles fue publicado este martes en el Diario Oficial de la Federación. Por ahora, consideró Revilla, es pronto para hacer cálculos respecto de los montos de inversión privada que pudieran canalizarse a esta actividad.
Los flujos de inversión al mercado de importación de gasolinas y diésel van a depender de cómo los grupos gasolineros reaccionen al anuncio y al apetito por comenzar a importar pronto, dijo.
Fuente: La Jornada