El crecimiento económico de México se está «desacoplando» de la emisión de gases de efecto invernadero y carbono negro, «a partir de un profundo proceso transformador», sostuvo el presidente Enrique Peña Nieto.
Dijo que «por primera vez en la historia de México, el Plan Nacional de Desarrollo incorpora un compromiso expreso con el crecimiento verde, inclusivo, incluyente y facilitador, que preserve nuestro patrimonio natural, al mismo tiempo que genere riqueza, competitividad y empleo”.
El mandatario mexicano participó en el Segundo Retiro de la 23 Reunión de Líderes del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC), que tuvo como tema “Comunidades sostenibles y resilientes”.
En esta sesión, apuntó que México ha sido uno de los primeros países en priorizar dentro de su planeación nacional el consumo y la producción sostenibles, incluidos en los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
Para ello “contamos con las reformas transformadoras recientemente aprobadas, que tienen un enfoque pro crecimiento verde”.
En este sentido, consideró que la comunidad internacional debe asumir un mayor compromiso colectivo para reducir los efectos del cambio climático.
Se pronunció por empoderar a los ciudadanos para «crear comunidades sostenibles y resilientes, lo que es especialmente importante en Asia-Pacífico, región ubicada en el llamado Círculo de Fuego», que hace vulnerables a los países a desastres naturales, que se han agravado por los efectos del cambio climático.
Como ejemplo, citó que entre 2002 y 2013, cada año en promedio se registraron dos huracanes que dañaron a México y a sus habitantes, y en fecha reciente, la amenaza del huracán Patricia, «catalogado como el más fuerte y peligroso jamás observado en el hemisferio occidental”.
Relató que ante esta emergencia “los mexicanos nos preparamos para lo peor. Tomamos medidas preventivas y seguimos los protocolos establecidos ante una situación de extrema gravedad”.
“Si bien enfrentamos y superamos este desafío gracias a la amplia cultura de protección civil que hay en el país, lo cierto es que la comunidad internacional debe asumir un mayor compromiso colectivo para reducir los efectos del cambio climático”, recalcó.
Entre las acciones concretas, mencionó que la reforma hacendaria incorpora instrumentos novedosos de política tributaria que fortalecen el cuidado del medio ambiente, como el impuesto a energéticos que generan dióxido de carbono y contribuyen al calentamiento global.
Un impuesto a plaguicidas de alta toxicidad, e incentivos a la generación de electricidad a partir de fuentes de energía más limpias, al establecer la deducibilidad inmediata de las inversiones en esta industria.
En tanto, la reforma energética creó Certificados de Energías Limpias, que incentivarán la adopción de fuentes renovables y tecnologías limpias a menor costo; las expansión de redes de transmisión hacia las zonas con mayor potencial geotérmico, eólico o solar.
Asimismo, un modelo de redes inteligentes y demanda controlable, bonificando a grandes usuarios que reduzcan su consumo.
En materia de hidrocarburos, se acelerará la sustitución de combustóleo y diésel por gas natural en distintos procesos industriales, mientras que en el sector de transporte habrá mayor disponibilidad de gas natural y combustibles de mejor calidad, lo que reducirá la emisión de gases de efecto invernadero y otros precursores del cambio climático, expuso.
Fuente: La Jornada