Jorge Castañeda a eso juega. Publica un libro flaquito –cabe en la bolsa de atrás–, gordito por las ideas que propone como temario de los hombres y mujeres huérfanos de partido que aspiran a desbancar a la partidocracia… y el cinismo tradicional de la política.
“Solo así: Por una Agenda Ciudadana Independiente”, es una declaración de principios –y plataforma política– para lanzarse en pos de una candidatura presidencial ciudadana, centrada en el combate a la impunidad y sus dos retoños: la corrupción en manos de políticos uñas largas, y la violación sistemática de los derechos humanos. Postula la necesidad de una reforma del sistema de partidos y de representación popular de las minorías para evitar más desdicha a las mayorías.
Castañeda parte del hundimiento del régimen peñista impulsado por reformas estructurales virtuosas, averiado por el escándalo de la Casa Blanca de las Lomas y ahogado en la sangre de Tlatlaya, Ayotzinapa, Apatzingán y Tanhuato.
Castañeda, como de costumbre, es provocador; no tiene pelos en la lengua.
Dice que Peña la regó por la amnistía –tácita y amplia– a los responsables de la corrupción que ha generado vehemente rechazo y desprecio de la sociedad por la clase política, al no tomar en serio asuntos ciudadanos agraviantes con tal de evitar conflictos de interés.
Parte, reparte y advierte sobre “otros” que despuntan…
Asegura que Margarita Zavala no va a investigar los abusos cometidos por el Gobierno de Calderón en la “guerra” contra el crimen; que López Obrador está sucio por comprar “lealtades” a precio de oro y que nunca va a limpiar las sospechas de ilícitos detrás de concesiones otorgadas por él y Marcelo Ebrard en la construcción de obra pública; Mancera no pinta; de Osorio Chong, Videgaray, Nuño, Meade y Beltrones dice que la sumisión nunca los llevaría a descobijar al “señor de los destapes”.
Según Castañeda, todos los aspirantes presidenciales están amarrados por intereses y compromisos salvo quienes como él buscan participar en la contienda electoral sin ataduras partidistas; define a los “independientes” como aspirantes con la misión de cristalizar reclamos difusos de una sociedad que comienza a organizarse.
EL MONJE OBSESIVO: ¿El intelectual comentócrata copia el estilo incendiario de Donald Trump? ¿Importa mucho, poco o nada este otro “llanero solitario”? Como sea, la legalización de las candidaturas “independientes” mucho le debe al güero Castañeda, quien vuelve a tentarle el agua a los camotes… ¿y comerse el “mandado”?