Días antes que el Congreso de Perú votara para intentar destituir al Presidente Pedro Pablo Kuczynski un hombre convencía a legisladores desde la cárcel para boicotear la intención del Parlamento.
Horas antes del debate por Kuczynski, el ex Mandatario Alberto Fujimori recibió visitas en prisión y habló por teléfono con al menos siete de diez de los legisladores que finalmente boicotearon la destitución del Presidente.
Según dos de los funcionarios y registros carcelarios a los que la agencia Reuters tuvo acceso, mantuvieron una conversación con Fujimori.
La legisladora Maritza García, miembro del partido fujimorista que domina el Congreso, fue de las que charló con el ex Mandatario, señalado por la muerte de 25 personas.
García afirmó que en medio de la sesión que discutía la destitución, Fujimori la llamó a su celular desde la cárcel para evitar que votara la salida de Kuczynski, ya que eso golpearía la economía.
Su colega Bienvenido Ramírez, también del partido Fuerza Popular, afirmó por su parte que Fujimori lo alentó un día antes del debate en el Congreso a votar por la gobernabilidad.
«Me pidió que apostemos por lo que verdaderamente dice nuestro corazón (…) que de por medio está el país», manifestó Ramírez, uno de los que visitó al ex Mandatario en el penal.
Las gestiones de Fujimori, que a sus 79 años se encuentra delicado de salud y cumplía una condena de 25 años de prisión por abusos a los derechos humanos, surtieron efecto.
Con la ayuda de legisladores liderados por el hijo menor del ex Presidente, Kenji Fujimori, Kuczynski evitó la destitución por sus vínculos con la constructora Odebrecht.
Aunque el Gobierno niega haber negociado con la Oposición el indulto como moneda de cambio, tan solo tres días después y en vísperas de Navidad, Kuczynski perdonó por razones médicas y humanitarias la condena de Fujimori.
«Esta ha sido una decisión exclusiva del Presidente y en ningún momento significó una negociación ni con Kenji o Alberto Fujimori», dijo la oficina de Kuczynski en un comunicado.
Un 63 por ciento de los peruanos está convencido de que el indulto se otorgó a cambio de declinar el intento de destitución, según una encuesta de Ipsso Perú, difundida esta sábado por el diario El Comercio.
Sin embargo, un 56 por ciento dijo que aprobaba el perdón y un 40 por ciento lo rechazaba.
Miles de personas han protestado en rechazo al indulto a Fujimori, que fue destituido después de una década en el Gobierno y aún genera polarización en el país.
Muchos lo recuerdan como el hombre que terminó con la crisis económica y con una persistente guerrilla de izquierda, pero otros lo ven como un autoritario que cometió abusos de derechos humanos para aferrarse por una década al poder.
Aunque Kuczynski ya hablaba del indulto a Fujimori en junio, el proceso fue extremadamente rápido, pues desde la presentación de la solicitud, el 11 de diciembre, hasta que se concedió, el trámite duró apenas 13 días, cuando suelen tardarse meses.
Al día siguiente de presentada la solicitud, el Gobierno designó a una junta médica, que informó que el penal no podía tratar a una persona con los problemas de salud de Fujimori, y tras una evaluación recomendó el 17 de diciembre el indulto por una enfermedad incurable, según documentos vistos por Reuters.
«Ningún indulto humanitario, ni siquiera los indultos humanitarios que son solicitados por enfermos terminales, inician y terminan en un proceso tan corto», dijo Roger Rodríguez, quien renunció a la dirección de la oficina de derechos humanos del Ministerio de Justicia apenas se anunció el perdón a Fujimori.
«Con suficiente grado de verosimilitud aquí no estamos ante un indulto humanitario, sino ante un indulto político», afirmó.
Fuente: Reforma