El martes 11 de septiembre de 2001 amaneció con un agradable clima en la ciudad de Nueva York. Millones de hombres y mujeres caminaban por las ajetreadas calles de Manhattan para asistir al trabajo o a la escuela. Sin embargo, es 11 de septiembre no sería un día como cualquier otro: ocurrió el atentado terrorista más recordado y más catastrófico de la era moderna, la caída de las Torres Gemelas y la muerte de casi tres mil personas en Estados Unidos.
Nos ubicamos en el Aeropuerto Internacional Logan, en Boston, Massachussets. Eran 15 minutos antes de las ocho de la mañana. Los 61 pasajeros de un vuelo rumbo a Los Ángeles ya estaban a bordo.
El vuelo comercial número 11 de la aerolínea American Airlines fue secuestrado por un grupo terrorista de Al Qaeda, minutos después se estrelló a las 8:46 de la mañana contra la torre norte del World Trade Center.
Al principio, los periodistas no estaban seguros de si se trataba de un accidente (un incendio, por ejemplo) o de un ataque deliberado, según los reportes de prensa del momento.
El denso humo era noticia y los medios fueron a cubrir el suceso.
Mientras algunas televisoras grababan el hecho en vivo, a las 9:03 de la mañana otro vuelo comercial, el 175 de United Airlines, se estrelló en la torre sur, lo que ya no dejó dudas de que se trataba de un ataque planeado.
«Los ataques parecieron cuidadosamente coordinados», de acuerdo con el New York Times en ese momento. Este es un video del segundo impacto.
El impacto de ambos aviones y la gasolina en ellos provocó que las dos torres estuvieran incendiadas hasta que colapsaron horas después. Durante esos minutos cientos de personas se lanzaron de los edificios. Esta es una imagen de alto valor histórico, de la AP.
Otros dos vuelos comerciales fueron secuestrados ese mismo día por Al Qaeda. Uno de ellos se estrelló en el Pentágono, la sede del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, mientras que el cuarto avión cayó en un campo abierto en Pensilvania, su objetivo el Capitolio, ubicado en Washintong; sin embargo, uno de los secuestradores perdió el control de la cabina.
2 mil 983 personas murieron y 6,000 resultaron heridas, tras el atentado más grande de la historia norteamericana desde que el Imperio japonés bombardeó Pearl Harbor en la Segunda Guerra Mundial.
El entonces presidente de Estados Unidos, George W. Bush, declaró la alerta máxima.
El líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden, fue señalado como el autor intelectual de los atentados. Sin embargo, el ataque fue realizado por 19 miembros de dicha organización que se dividieron cuatro grupos de secuestradores, todos entrenados y capacitados para pilotar aviones.
El FBI logró identificar a los 19 terroristas en solo 72 horas y publicó sus fotografías junto con la información de sus nacionalidades, la mayoría de países árabes, así como sus apodos. Bin Laden murió en mayo de 2011 luego de un operativo militar estadounidense en Pakistán.
A 16 años de la tragedia, según datos de las autoridades estadounidenses, 24 personas siguen desaparecidas. Entre las víctimas se contaban bomberos y policías del departamento de Nueva York. Además, según el Departamento de Salud, 247 personas de origen latinoamericano también perdieron la vida en dicho atentado
El impacto para Estados Unidos no solo fue emocional, también hubo repercusiones económicas, pues la Reserva Federal redujo temporalmente sus contactos con bancos por la falta del equipo perdido en el distrito financiero de Nueva York.
Derivado del atentado, el gobierno de Estados Unidos mandó registrar las huellas digitales de 80,000 personas árabes y musulmanes, bajo el cobijo de la Ley de registro de Extranjeros, la cual los obligaba a declarar su ocupación, su estado civil y claro, sus creencias religiosas y políticas.
Además, el Congreso autorizó una resolución conjunta, conocida como 107-40, en la que se permitió el uso de la fuerza militar para detener y combatir el terrorismo.
Hoy, la zona en donde se ubicaban las Torres Gemelas, en la parte baja de Manhattan, se ha convertido en un Museo Memorial.
#EnContexto Así se ve hoy la Zona Cero, corazón del atentado a las Torres Gemelas en EU