La Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) refutó la versión del Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) al declarar que la muerte de Julio César Mondragón, uno de los normalistas atacados el 26 de septiembre del 2014 en Iguala, Guerrero, fue por traumatismo craneoencefálico y no por disparo de arma de fuego, además de que la ausencia de piel en el rostro del cadáver fue provocada por fauna depredadora del lugar y no por acción humana.
El titular de la oficina especial del caso Iguala de la CNDH, José Larrieta señaló en conferencia de prensa que la comisión ha realizado una investigación en torno al caso y han determinado que el estudiante sufrió 64 fracturas en 40 huesos de cráneo, cara, tórax y columna vertebral, además de que el normalista realizó maniobras en defensa propia.
Según lo investigado por la CNDH, Mondragón fue asesinado entre las 00:45 y 02:45 horas del 27 de junio del 2014, además de que en la tortura y homicidio de Mondragón participaron al menos 11 personas miembros de «Guerreros Unidos» y de la Policía de Iguala.
La CNDH pidió a la PGR investigar hechos que ha evidenciado respecto a la privación de la vida de Julio César y formuló ocho observaciones en torno al caso, cuatro a la PGR, tres a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas y una a la Fiscalía General de Guerrero.
Fuente: La Razón