Escuchar la palabra sexo nos produce el efecto: atento, expectante, excitado, ojos abiertos y la mirada fija y orejas a la escucha. Esto se debe a que practicar sexo nos genera muchos beneficios físicos, emocionales y relacionales, entre otros, siempre que éste sea deseado, disfrutado y se viva sin culpabilidad.
La sexualidad incluye caricias, seducción, juegos y coqueteos, masajes, miradas, fantasías, masturbación y cualquier otra práctica que realicemos con intencionalidad erótica, de manera deseada y consensuada, en definitiva.
Al igual que ocurre con el deporte, la comida sana y la lectura, algunos aún no se deciden a practicarlo de manera habitual. Aquí van 10 motivos que quizá aún no conozca y puede que le abra el apetito sexual y le anime a practicar más sexo, si lo necesita y desea.
- Para obtener placer. Si tenemos una estructura anatómica sexual diseñada especialmente para sentir placer, ¿por qué no hacer uso de ella? En las mujeres, sólo el glande del clítoris tiene más de 8.000 terminaciones nerviosas, aunque no sólo nuestros genitales son placenteros. Nuestra piel, el órgano sexual más grande de nuestro cuerpo, con un tamaño en torno a los dos metros cuadrados, nos ofrece sensaciones de todo tipo, a lo largo y ancho de nuestra anatomía. Y, por supuesto, no podemos olvidarnos del órgano sexual más importante: nuestro cerebro, encargado de interpretar todas estas sensaciones generadas en nuestro cuerpo e, incluso, crear nuevos estímulos para la obtención del placer como las fantasías y pensamientos eróticos que nos permiten practicar sexo placentero en nuestro imaginario sin tener que llevarlo al plano físico necesariamente. El cerebro también se encargaría de interpretar las sensaciones físicas que nos llevarían a alcanzar el clímax u orgasmo. Sin él no podríamos disfrutarlo por muy buena que fuera la estimulación física.
- Para pasarlo bien. Muy unido al anterior punto estaría el factor diversión y disfrute. El juego, sin duda, es una de las mejores formas para pasarlo bien. La sexualidad nos ofrece momentos de diversión, risas y travesuras, desde la seducción al clímax. Reír en la cama, a pesar de las desafortunadas sorpresas que ésta nos puede ofrecer en ocasiones, como perder una erección o no conseguir alcanzar un orgasmo, es una de las habilidades que podemos entrenar y más nos ayudará a lo largo de nuestra vida sexual. La RiSEXterapia es la técnica con la que entreno el sentido del humor sexual y ayuda a desdramatizar situaciones desagradables y buscar el lado positivo a los imprevistos sexuales. Además, la carcajada y el orgasmo son muy similares en cuanto a beneficios en nuestro organismo.
- Para relajarnos y eliminar estrés. Uno de los efectos inmediatos de cualquier relación sexual placentera es la relajación. La oxitocina, hormona encargada de nuestra relajación y denominada la hormona del cariño, cuando se libera, impide la liberación de cortisol, responsable del estrés. Caricias corporales, verbales o con la mirada contribuyen a su liberación natural en nuestro torrente sanguíneo. El orgasmo sería una manera rápida y eficaz de olvidarnos del estrés. Paradojicamente, cuando estamos estresados el deseo desaparece y, al no iniciarse la respuesta sexual, no conseguimos orgasmos. Por tanto, no esperes a tener unos niveles altos de estrés. Masajes, baños eróticos y seducción irán relajándonos y eliminando nuestro estrés, facilitando la aparición de nuestro deseo.
- Para reducir el dolor Efectivamente, el sexo deseado cierra los puertos del dolor en nuestro cerebro y abre los del placer. El dolor de cabeza ya no será más una causa por la que no podamos mantener relaciones sexuales, por al contrario, será la excusa perfecta para ofrecernos mimos y orgasmos. Las culpables de todo esto son las endorfinas, asociadas a la felicidad que, como analgésico natural, quita todo tipo de dolores, físicos y emocionales, gratis, sin efectos secundarios y otorgando sólo beneficios.
- Para regular nuestro estado de ánimo. Practicar sexo genera sensaciones positivas, pone de buen humor y regula el estado de ánimo. Probablemente, si tuviéramos un orgasmo antes de discutir con la pareja, no discutiríamos finalmente. Hablaríamos tranquilos, con buen humor y de manera mucho más cariñosa sobre aquello que deseamos ajustar en la pareja. Piense esto antes de alzar la voz a su pareja o decir algo de lo que pueda arrepentirse.
- Autoconocimiento y comunicación con la pareja. Mediante códigos eróticos y sexuales, transmitimos y recibimos información sobre nosotros, nuestros gustos y nuestra forma de sentir y disfrutar la vida. Tanto la comunicación con uno mismo, a través del autoconocimiento, autoerotismo y masturbación, como la comunicación con los demás, a través de las múltiples formas de relacionarnos erótica y sexualmente, nos facilitan el conocimiento sobre lo que queremos y deseamos nosotros y nuestra pareja puntual o estable. Además, la sexualidad fortalece el vínculo entre las personas. En las relaciones de pareja, cuando se desinfla la sexualidad genital o afectiva, los desajustes son evidentes en otras muchas áreas, apareciendo mayores discusiones y enfados. A su vez, la comunicación es fundamental para nuestra sexualidad y las relaciones humanas.
- Para tener hijos. No podía olvidar esta función de nuestra sexualidad pues, aunque ya no es la única forma de convertirnos en padres y madres, si es la tradicional y más natural. Bien es cierto que el sexo se utiliza en mayor grado con una intencionalidad asociada al placer, pero si deseas tener hijos, éste sería el primer paso.
- Para estar más guapos. Los beneficios estéticos al sentir placer son considerables. Tanto con una caricia como con un orgasmo, en diferente grado, por supuesto, oxigenamos nuestra piel, eliminamos estrés y toxinas y liberamos sustancias que nos embellecen. Además, obtener todos los beneficios anteriores nos hace sentirnos más bellos y se transmite.
- Para estar más sanos y en forma. No supone un gasto energético elevado practicar sexo, aunque según lo activos que seamos. Sin embargo, en comparación con correr en una cinta, sí es considerada como más placentera, según determinados estudios, por lo que nos lleva a querer repetirlo con mayor asiduidad. Además, el ejercicio cardiovascular y aeróbico, sobre todo durante el orgasmo, y las sustancias liberadas, son muy beneficiosas para nuestra salud.
Fuente: EL Mundo