Ana Paula Ordorica
Pasaron ya las elecciones para renovar 12 gubernaturas; autoridades locales en Baja California y para conformar la Asamblea Constituyente para redactar la Constitución de la Ciudad de México. La gran sorpresa ha sido el buen desempeño del PAN, que ganó 7 de las 12 gubernaturas.
¿Qué otros saldos quedan de las elecciones? Para los pesimistas hay varios argumentos:
- La democracia en México es muy costosa, con un superávit en reglas que el INE apenas puede aplicar y controlar, con campañas muy caras e imposibles de fiscalizar. Todo esto, a pesar de que una y otra vez se ha querido modificar las reglas del juego para lograr elecciones limpias y confiables.
- Se ha querido hacer de la democracia una de reglas parejas para todos; lo que vimos el domingo 5 de junio fue la capacidad pareja de todos de hacer trampas.
- No importa que tengamos una burocracia electoral obesa, los perdedores son muy malos; no quieren reconocer sus derrotas y buscan que los resultados se acaben definiendo en el escritorio de los magistrados del Tribunal Electoral. Por ello el PRI amenaza hoy con impugnar 6 de las elecciones y Morena amenaza con impugnar en estados en donde terminó… ¡en tercer lugar!
Y para los optimistas hay un lente distinto con el cual ver los resultados del pasado domingo:
- El sistema electoral pueden tener sus defectos pero sirve para que la ciudadanía se exprese de manera pacífica. ¿Qué otra cosa si no eso fue ver alternancia en 8 de 12 comicios? Si la gente está harta de la corrupción de los Duartes, Javier en Veracruz y César en Chihuahua, las urnas fueron la manera perfecta de castigarlos.
- Ha sido también un ejercicio mediante el cual se ha hecho evidente los intereses y desintereses de la ciudadanía. El abstencionismo en la Ciudad de México, en donde menos de 7 de cada 10 ciudadanos acudió a elegir constituyentes, habló por los ciudadanos del otrora Distrito Federal para hacer patente que no existe interés en tener una Constitución.
- Si bien la democracia federal ha avanzado a pasos mucho más veloces que en los estados, es claro que los pequeños (pero con grandes recursos) señores feudales- gobernadores, empiezan a sentir el avance de la democracia. Un día después de las elecciones y ante la alternancia en varios estados, los futuros gobernadores prometen cero impunidad. Ojalá cumplan. Habrá que estar atentos.
Aunado a estas dos visiones, interesante observar que el PRI quiso debilitar las alianzas PAN-PRD fortaleciendo a Morena, pero aun así estas alianzas resultaron exitosas. Además fue claro que el voto de castigo no se trasladó a Morena, como se auguraba previo a las elecciones, si no al PAN.
La pregunta que queda es si las alianzas funcionarán no solo para sacar al PRI sino para fortalecer al PAN o al PRD. Carlos Joaquín en Quintana Roo, José Rosas Aispuro en Durango y Yunes en Veracruz ¿realmente representarán al PAN o se repetirá un panorama al estilo Malova en Sinaloa que, si bien llegó al gobierno por esta alianza, fue todo menos PANista o PRDista en su mandato?
@AnaPOrdorica