Ana Paula Ordorica
Que la corrupción es uno de los temas de mayor preocupación hoy en México, no hay duda. Todos estamos conscientes de que es un lastre que arrastramos que impide avanzar al país. La corrupción nos cuesta a todos. Y sin embargo, discursos van y vienen; ideas para combatirla también. Pero simplemente no avanzamos.
Ahora con la discusión del Sistema Nacional anticorrupción tenemos varias posturas de distintos actores:
Por un lado está una parte de la sociedad civil que, encabezada por el IMCO y Transparencia Mexicana, lograron juntar más de 600 mil firmas de ciudadanos para asegurar que el legislativo discutiera la Ley 3 de 3, buscando que la iniciativa de hacer que los políticos presenten su declaración patrimonial, fiscal y de conflicto de interés se volviera obligatoria y no voluntaria.
A este grupo lo han acompañado organizaciones empresariales como la COPARMEX que ahora se han visto afectados ya que los senadores aprobaron que aquellos en la IP que celebren contratos con el gobierno también tengan que presentar su 3de3.
Una venganza, han dicho los empresarios; lo justo ya que en todo acto de corrupción hay actores que corrompen, han dicho los políticos.
Por otro lado están las bancadas del PRI-PVEM a quienes se ha señalado como quienes quieren dar atole con el dedo: hablan de querer sacar un sistema anticorrupción pero a la hora de la verdad han hecho todo para que éste no sea más que un edificio burocrático sin dientes.
Y PAN-PRD han jugado la partida de forma majestuosa ya que no han quedado como los que frenan la iniciativa anticorrupción pero han hecho sus cálculos para que no pase lo fundamental. Esta semana cuatro senadores del PAN y 3 del PRD eludieron votar la Ley 3de3 y con esto garantizaron que no pasara, pero que la factura la pagara el PRI-PVEM.
También está el PT que decidió tampoco votar la Ley 3de3. Frente al País el coordinador de los senadores de esa bancada, Manuel Bartlett explicó porque no votaron: porque la Ley es una simulación; un sistema armado por los mismos que estuvieron en el Pacto por México y por los empresarios. Ahí su explicación a su no voto (y la aclaración de que sí estuvieron en el salón de plenos a la hora de la votación).
De llamar la atención la postura de AMLO. Quien lleva años hablando del costo tan elevado que representa la corrupción en México y quien no deja su slogan de que él es el único político que representa la honestidad valiente, ahora dice que el sistema nacional anticorrupción y la Ley 3de3 es una tomadura de pelo de la mafia del poder. Lo que en realidad deja ver es que nunca va a apoyar nada que institucionalmente busque combatir la corrupción. Solo sus ideas y propuestas son válidas.
Revisando los debates en el Senado es claro que lo que hay es una politización del tema en donde el combate real de la corrupción no es la prioridad de los actores involucrados y por ello en el mejor de los casos nos vamos a quedar como estamos, sin un sistema de combate real a la corrupción, y en el peor nos quedaremos con un aparato burocrático que más bien será un elefante blanco que nos saldrá carísimo a los mexicanos y que no combatirá nada. Incluso contribuirá a que la corrupción continue.
@AnaPOrdorica