Una agente de policía murió abatida al día siguiente de jurar el cargo, y dos de sus compañeros resultaron heridos cuando respondían a un aviso por una discusión en una vivienda del norte de Virginia, según las autoridades.
También una mujer civil murió en el altercado doméstico del sábado, indicó un agente del condado.
Los agentes recibieron un aviso en torno a las 5:30 de la tarde del sábado en Woodbridge, unos 48 kilómetros al suroeste de la capital país, por una «pelea verbal», explicó el sargento Jonathan Perok, portavoz del departamento de policía del condado de Prince William.
No está claro cómo comenzó la discusión entre el sospechoso y la policía, pero el sospechoso, un militar, está detenido y no resultó herido, añadió Perok. No se conocía el estado de los dos agentes heridos.
El departamento anunció en su página de Facebook que la agente Ahsley Guindon había muerto por las heridas que sufrió en el tiroteo.
El departamento subió el viernes una fotografía de Guindon a su cuenta de Twitter, con un mensaje que decía: «Bienvenidos, agentes Steven Kendall y Ashley Guindon, que juraron hoy el cargo y comienzan sus turnos este fin de semana».
Se desconoce si el otro agente mencionado en el tuit estaba implicado en el tiroteo.
Guindon había sido policía del condado hace unos años, y había regresado al cuerpo tras un tiempo, dijo Corey Stewart, presidente de la Junta Supervisora del condado, en una entrevista telefónica.
Stewart dijo desconocer las fechas exactas en las que la agente había comenzado y terminado su pertenencia a la fuerza.
Otra mujer murió en el suceso y estaba muerta cuando llegó la policía, dijo Stewart, aunque la policía declinó confirmar esa información. El presidente de la junta añadió que durante el suceso había un menor en la vivienda que no resultó herido.
En el hospital Inova Fairfax, donde fueron evacuados tres agentes en helicóptero después del tiroteo, más de 100 autos patrulla se alinearon en las calles cercanas el domingo de madrugada como vigilia y escolta para el cuerpo de Guindon hasta el forense.
Fuente: Excélsior