Colaboración de Carlos Urdiales
Lo mismo en Zacatecas que en Oaxaca. Desprecian herramientas básicas de la democracia, dialogo, negociación, inclusión y acuerdos. Andrés Manuel López Obrador los dejó tatuados, quien dialoga, se vende, se deja agarrar la pierna.
Quien se hace a un lado por la unidad del partido, es enviado a la Siberia perredista tribal, sectaria al grado de establecer en los hechos que quien cede, pierde todo. Afanosamente se encargan de hacer lo contrario a la máxima: quien gané que no gané todo y quien pierda que no lo haga de manera absoluta. Volteen a ver a sus otrora presidentes y líderes. Antropófagos políticos.
En la acera de enfrente, desgastada por razones históricas justificadas a veces y otras por motivos más bien histéricos, los priistas van en una ruta de fortalecimiento en sus procesos internos, en los llamados pactos de unidad que, si bien no son una novedad, ¿qué es novedad hoy?, ejemplifican como se puede acordar en aras de plataformas, de proyectos compartidos mayores, de largo plazo, en los cuales sus protagonistas encuentran arreglos, quizá no siempre cómodos y alegres, pero sin que estos impliquen perversidad mafiosa de fábula y mito.
Adictos a generalizar en la construcción de discursos “valientes” que echan raíces en una sociedad lastimada, mayoritaria acreedora de promesas incumplidas por sus gobiernos. Administraciones públicas de tres niveles que han demostrado que por igual pueden acertar que fallar. Registros que documentas que no hay color o escudo ideológico inmune a la corrupción, opacidad, cuota y transa.
El PRD se enreda en Zacatecas, importan a un priista de fresca renuncia, Pedro de León, cuñado del actual gobernador Miguel Alonso Reyes. Rafael Flores líder amarillo en el estado y aspirante a la candidatura cantó que tenía la nominación por delegados en la bolsa, pero luego, lo bolsearon, se confirmó que será Pedro de León que por cierto, y para no hacerse más bolas, renunció al PRI para eso. El asunto será procesado en tribunales. El PRD se fracciona de cara a la contienda.
En Oaxaca, nada de tequio, nada de sumar, de la aliancista administración que echó al PRI del gobierno, ninguna alianza nueva crece, mejor salen gases lacrimógenos, mentadas, sombrerazos y la consigna coreada de “fraude, fraude”.
Representantes del senador Benjamín Robles Montoya, denunciaron eso, fraude en el conteo de los votos del dictamen sobre la elegibilidad de los aspirantes participantes en la contienda interna. Jesús Romero López hizo un conteo junto con sus compañeros para verificar que no coincidía el número de votos anunciado por la mesa.
Eligieron, o algo parecido, a José Antonio Estefan Garfias como candidato. Robles anunció su salida, cantó su oposición y la de sus seguidores. Agustín Basave, el Director General del PRD no puede impedir que su partido se hunda convertido en un submarino amarillo.