Luiz Inácio Lula da Silva ha pasado de ser el líder más querido de la izquierda latinoamericana a ser condenado a casi una década de prisión. ¿Cómo pasó esto?
Este miércoles 12 de julio, un juez federal condenó a nueve años y seis meses de cárcel al expresidente de Brasil por presuntos actos de corrupción y lavado de dinero.
Es una noticia que ha causado sorpresa tras el recuerdo que dejó de su gobierno (2003-2010). Lula fue uno de los líderes izquierdistas más populares en Latinoamérica y fue llamado por el expresidente Barack Obama como «el político más popular del planeta».
Durante su gobierno fue reconocido por los brasileños como el mejor presidente en la historia del país sudamericano con el 35% de las preferencias frente al segundo lugar Fernando Henrique Cardoso (12%), de acuerdo con un estudio realizada por la encuestadora Datafolha.
Los mayores logros de Lula fueron la lucha contra el hambre, la creación de programas de asistencia social, la educación y la economía, según la opinión de los brasileños en diciembre de 2006, al final de su primer periodo de mandato.
«Electo presidente luego de tres intentos previos fracasados, Lula supo devolverle a Brasil el sentimiento de grandeza que este país otrora imperio había perdido mucho tiempo atrás», escribió el periodista de la BBC, Gerardo Lissardy.
De acuerdo con el medio británico, Lula ayudó a que la economía se expandiera y que decenas de millones de brasileños alcanzaran la clase media. En suma, Lula recibió el reconocimiento de su gente y a nivel internacional, nombrándolo por ejemplo «personaje del año» por medios internacionales como Le Monde.
LAS ACUSACIONES
Sin embargo, esa fama y popularidad se acabó en años recientes. El expresidente fue acusado de recibir un apartamento frente a la playa como un pago de parte de la compañía de construcción OAS. El caso es parte de una extensa investigación de corrupción que ha agitado los círculos políticos y empresariales de Brasil y ha enviado a prisión a diversos políticos de la élite.
Lula, de 71 años, fue acusado de recibir el inmueble a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras, y de que la empresa costeó los gastos de almacenamiento de sus bienes.
El juez Sergio Moro ordenó confiscar el inmueble y señaló que Lula fue el destinatario de 3.7 millones de reales (algo más de 1.1 millones de dólares) en forma ilícita.
«Entre los delitos de corrupción y lavado, hay concurso material, motivo por el cual las penas sumadas llegan a 9 años y seis meses de reclusión», determinó Moro.
Lula da Silva, que enfrenta otras cuatro causas penales, siempre negó categóricamente los cargos y los atribuyó a una conspiración para impedir su candidatura en las presidenciales de octubre de 2018.
Para que su postulación sea bloqueada deberá ser condenado en segunda instancia.
¿El MOTIVO?
Distintos sondeos brasileños muestran que Luiz Inácio vencería cómodamente la primera ronda de las elecciones presidenciales de Brasil en 2018. Y en la segunda vuelta estaría en un empate técnico con la exministra ecologista Marina Silva o con el popular juez anticorrupción Sergio Moro, quien lleva su caso.
El juez Sergio Moro, considerado por muchos como un símbolo de la lucha anticorrupción, sería el único que podría derrotar a Lula en un eventual duelo en segunda vuelta, con un 44% de los votos frente al 42% que obtendría el expresidente.
La participación del popular exmandatario en los comicios está en manos, entre otros, del propio Moro.
De ser confirmada la condena, Lula quedaría inhabilitado como candidato.
Fuente: Nación 321
#EnContexto Las fotos que Salinas de Gortari presumiría si tuviera Facebook