Dilma Rousseff, presidenta de Brasil, fustigó este miércoles la decisión del Senado de separarla del cargo para iniciar un juicio político en su contra al declarar que se trató de “un golpe de Estado”.
En un mensaje a la nación, en el Palacio presidencial de Planalto, la mandataria brasileña declaró que en el juicio político al que será sometida no estará en juego su mandato, sino el «futuro» del propio país.
Arropada por quienes fueron sus ministros y colaboradores, Rousseff aseguró que sufre «la mayor de las brutalidades que se puede cometer contra un ser humano: castigarlo por un crimen que no cometió».
Durante su mensaje, Rousseff negó haber cometido algún delito; “no existe motivo para el impeachment”, por lo que es un “proceso frágil e inconsistente”.
Roussef afirmó que como presidenta nunca aceptó chantajes de cualquier tipo.
Dijo que el “el golpe” no tiene el “objetivo de destituirme, trata de impedir la ejecución del programa que fue elegido por 54 millones de brasileños”.
2 comentarios
esto es un ejemplo para nosotros los mexicanos el que sigue es enrique peña nieto por su mala y corrupta administracion despierta mexico
Se debera defender con pruebas contundentes, de ser asi podriamos conceder que fue un golpe de estado