Colaboración de Francisco Martín Moreno
Recomendar implica un riesgo, sin duda alguna, la adquisición inmediata de una responsabilidad de la que pueden desprenderse consecuencias positivas o negativas para quien decide exponer su prestigio personal al apoyar los objetivos de un tercero que se ha propuesto alcanzar un fin que, en el caso del cónsul Andrés Roemer merece el respaldo del gobierno mexicano para encabezar la representación de México ante la Unesco, en París, Francia.
Son incontables los méritos académicos, profesionales y diplomáticos de Roemer. Yo, como simple ciudadano de a pie, asumo que cuando los senadores de la República estudien sus merecimientos y los comparen con los de cualquier otro aspirante al cargo, habrán de votar en favor de su candidatura como la mejor opción para nuestro país. ¡Por supuesto que desde la calle yo votaría por Roemer!
Andrés Roemer es doctor en Políticas Públicas por la Universidad de Berkeley, con distinción académica. Maestro en Administración Pública por la Universidad de Harvard, donde se hizo merecedor del Premio Don K. Price por Distinción Académica y Compromiso con el sector público (único latinoamericano acreedor a dicho premio). Pero hay más: Roemer ostenta la licenciatura en economía por el ITAM y derecho por la UNAM (ambas cursadas simultáneamente con mención honorífica).
Ha sido profesor titular de políticas públicas y de análisis económico del derecho en la maestría del CIDE y de economía del arte en el ITAM, catedrático de la maestría en políticas públicas entre México y Estados Unidos en la Escuela de Políticas Públicas de la Universidad de Berkeley y profesor asistente en temas torales de la Unesco (Recursos naturales, cultura y comunicación–prensa) en la Escuela de Gobierno John F. Kennedy en la Universidad de Harvard. Además,Andrés Roemer ha impartido conferencias en más de 12 universidades distinguidas del continente americano, en Barcelona, en la London School of Economics, en el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), en la Universidad de Boston, de Harvard, de Phoenix, de Stanford, de Berkeley y de la Royal Society of the Arts.
En torno a su desempeño en el sector público, Roemer funge en la actualidad como cónsul general de México en San Francisco, California, donde el propio jefe de la página editorial del periódico San Francisco Chronicle, John Diaz, lo define “como el mejor cónsul que ha tenido el área de la Bahía en los últimos 20 años”. Anteriormente, fungió como Secretario Técnico “B” de la política cultural en el extinto Conaculta, donde fue responsable de elaborar el Programa Nacional de Cultura y los indicadores estadísticos en la materia. En torno a su perfil científico es el único mexicano junto con cinco distinguidas personalidades miembros de la Fundación Richard Dawkins para la Razón y la Ciencia en Reino Unido, así como del Patronato de la Fundación Eduard Punset para la Difusión de la Ciencia, en España. Ha sido merecedor de las becas Fulbrigth, Ford, Harvard, ITAM, Conacyt, SEP, entre otras. El propio Premio Nobel Mario Molina y el presidente de la Academia de las Ciencias
Arturo Menchaca (2010-2012) lo distinguieron con el reconocimiento de divulgación científica. Recordemos que Unesco significa Educación, Ciencia, Cultura y Comunicación; todos temas de expertise del Andrés Roemer.
¿Qué tal un representante mexicano en la Unesco con esta trayectoria?