México no pudo empezar de peor manera el 2016. Y es que apenas 24 horas después de haber rendido protesta como nueva Presidenta Municipal de Temixco, Morelos, la recién electa alcaldesa local, Gisela Mota, fue víctima del crimen organizado al ser asesinada justo al interior de su propio hogar.
El suceso causó nuevamente molestia y preocupación entre la sociedad mexicana, sin embargo, más allá de eso y de los comentarios políticos de indignación, el hecho terminó por abrir nuevamente la puerta a un debate que había permanecido oculto: La aplicación del sistema del Mando Único.
Los encargados de dar vida a esta discusión fueron Graco Ramírez, Gobernador de Morelos, y Cuauhtémoc Blanco, Presidente Municipal de Cuernavaca, quienes tras el hecho decidieron ponerse los guantes y defender cada uno sus posturas.
Por un lado estuvo el Gobernador, quien decretó la aplicación sin consensos del modelo Mando Único inmediatamente después de conocer la noticia, asegurando que esta era la vía para poder mantener la estabilidad de un estado claramente afectado por el tema de la delincuencia.
Según los resultados de la Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (ENVIPE) 2015, durante los últimos 12 meses más de 29 mil personas por cada 100 mil habitantes en el estado fueron víctimas de alguna clase de delito.
#ElDato: Los tres delitos más cometidos en Morelos de acuerdo con la ENVIPE 2015 son la extorsión, el robo en calle o transporte y las amenazas.
En contraparte a la postura de Ramírez se hizo presente en la acera de enfrente Cuauhtémoc Blanco, quien rindió protesta como Presidente Municipal de Cuernavaca el 31 de diciembre, y rechazó a toda costa al Mando Único.
“La aplicación del Mando Único es un golpe de Estado”, acusó Blanco, quien apenas horas después de haber llegado a su cargo rompió los convenios que se habían establecido desde la administración anterior para la aplicación de este sistema.
Toda esta nueva discusión que se presenta pone sobre la mesa algunas interrogantes: ¿Cuál es la verdadera esencia del Mando Único? y ¿Qué beneficios reales puede otorgarle realmente a la ciudadanía?
Para responder a ambas interrogantes, Alto Nivel entrevistó a Salvador Mejía, académico, especialista en temas de seguridad y colaborador de Asimetrics, quien nos explicó desde cero en qué consiste este sistema con el cual se busca recortar las capacidades de la delincuencia.
De acuerdo con el experto, la alternativa del Mando Único consiste básicamente en quitar a los municipios la responsabilidad de la seguridad pública, la cual pasa a ser asumida por una unidad policial estatal que, con apoyo del Gobierno Federal, asume el control de todo su territorio.
La aplicación del Mando Único fue uno de los puntos cruciales de combate al crimen organizado que anunció en diciembre de 2014 el Presidente Enrique Peña Nieto, tras la desaparición de 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en Guerrero.
El modelo tiene vida propia desde 2013, cuando comenzó su adopción paulatina en diversos estados de la República, entre ellos Morelos, entidad que empezó su implementación a partir de ese año.
Actualmente son 26 las entidades que están trabajando ya de alguna manera con esta alternativa, entre las que podemos encontrar a Baja California Sur, Veracruz, Michoacán, Nuevo León, Nayarit, Jalisco, Tamaulipas, Tabasco, Chiapas, Puebla, Querétaro, Guerrero y Zacatecas.
Todas ellos mantienen un porcentaje distinto de avance en su implementación. De acuerdo con el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad (SESNSP), sólo el 46% de estos estados ha logrado incorporar a todos sus municipios a este esquema.
Aquí aparecen casos muy destacables, como Zacatecas, con un avance del 96% en la implementación del Mando Único, o Yucatán, con un 99%. En contra parte, otros van muy rezagados, como Baja California Sur, que tiene menos del 1%, o Hidalgo, que apenas suma el 2%.
Más allá de cualquier cosa que se pueda destacar sobre el Mando Único, para Salvador Mejía sus dos mayores fortalezas son su capacidad de desarrollo de inteligencia policial y la coordinación de trabajo que se puede llegar a tener a través de él.
“Lo más importante que puede darnos el Mando Único es la interacción entre los cuerpos policiales, quienes por medio de este sistema pueden trabajar de una manera más unificada, compartiendo entre ellos datos clave, información relevante y puntos de inteligencia que ayuden a detener más rápido a los criminales”, indica.
Para el especialista no se trata únicamente de que con el mando único se tengan más policías y patrullas vigilando las calles, eso puede ser muy bueno, sin embargo, la clave de este modelo está en el intercambio de prácticas y capacidades que puede llegar a darse.
“Todos sabemos quiénes fueron las personas que asesinaron a la edil de Temixco, sin embargo, precisamente por falta de coordinación e intercambio de data de inteligencia, entre otras cosas, hoy no se ha conseguido atrapar a los verdaderos responsables, el Mando Único ayudaría en este sentido”, comenta.
Dada la situación de inseguridad que se vive en Morelos y en general en nuestro país, Mejía asegura que es muy importante que se otorgue valor a la comunicación entre las policías, quienes necesitan cuanto antes compartir ideas, puntos de vista, investigaciones y hasta los temores que mantienen.
Sin embargo, aún cuando el Mando Único es opción para poder obtener estos dos beneficios mencionados, el especialista y colaborador de Asimetrics señala que tampoco es que gracias a él se pueda acabar de facto con el clima de inseguridad que permea en nuestro país.
“No podemos dejar de lado un punto que es muy importante: Aunque mañana tengamos aprobado e implementado al 100% el modelo del Mando Único, esto no será definitivamente sinónimo de que dejen de ocurrir delitos, este es un problema de muchos años que está enraizado, pero es un paso relevante que debemos dar y que debe ser secundado por muchos más”, indica.
De entrada, menciona el especialista, es relevante indicar que para nada este modelo acaba con la infiltración de las policías, como suele creerse, ya que este problema proviene del largo fenómeno de corrupción que forma parte desafortunadamente de la sociedad mexicana.
“El Mando Único no blinda a la policía de la corrupción, es un hecho que siempre van a existir bajo cualquier condición malos elementos, lo que nos más bien son candados para que las malas prácticas se realicen en menor medida”, agrega Mejía.
El experto concluye comentando que acabar con el crimen organizado no es algo que se pueda hacer de la noche a la mañana, “tenemos que ser realistas, aunque mañana llegue a nosotros el código penal perfecto, esto no nos va garantizar que se acabe con todo lo malo”.
Fuente: Alto Nivel
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