Aislar físicamente Estados Unidos de México con un muro como este, construido en el sector de Ciudad Juárez entre 2007 y 2010, bajo los mandatos de Bush y Obama; es la cacareada promesa del presidente Donald Trump, que ha vuelto a repetirla en un tuit el 24 de enero en aras de la seguridad.
Y la relación de fuerzas está a favor de Estados Unidos. Inmediatamente después de su reunión con el presidente Enrique Peña Nieto, en agosto, cuando aún era candidato, Trump no ocultó su intención de erigir muros de protección alrededor de su vecino del sur, cuya dependencia económica le hace extremadamente vulnerable.
En junio de 2015, lanzaba lo que entonces parecía una fanfarronada: “Construiré un gran gran muro en nuestra frontera sur y haré que México lo pague, miren lo que les digo.”
Trump planea hacerlo reteniendo parte de los 23 mil millones de euros de las remesas que los mexicanos que trabajan en Estados Unidos envían cada año a sus familiares que se quedaron del otro lado de la frontera.
También pretende renegociar el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA) que representa un comercio bilateral de 494 mil millones de euros anuales. Pero el 80% de las exportaciones de México tienen como destino Estados Unidos.
El domingo, tras ser investido presidente, Trump aumentaba la presión sobre México con estas palabras: “Vamos a comenzar a renegociar el NAFTA, la inmigración y la seguridad en la frontera. México ha sido fantástico, realmente, fantástico. El Presidente (Peña Nieto) ha sido maravilloso. Y creo que vamos a obtener un muy buen resultado para México, para Estados Unidos y para todas las partes concernidas.”
El sentido del mensaje llegó sin ambajes al otro lado de la frontera. Luis Videgaray, ministro de Exteriores mexicano: “No vamos a aceptar cualquier negociación del Tratado de Libre Comercio. Siempre existe la posibilidad de abandonar el Tratado y, entonces, regir el comercio a partir de las reglas de la Organización Mundial del Comercio.”
Pero aunque busque diversificar sus socios extranjeros, la segunda potencia económica de América Latina no puede ignorar la importancia del mercado estadounidense.
Fuente: Euronews