Guillermina Gómora Ordóñez
En la reciente revuelta magisterial hemos pasado del desconcierto al temor. La radicalización y belicosidad con la que se conducen los militantes y simpatizantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE) en Oaxaca, Chiapas, Guerrero y Michoacán, permiten presuponer un desenlace violento con funestas consecuencias para el país.
Las mesas de diálogo que se llevan a cabo en la Secretaría de Gobernación registran un peligroso impasse ante la negativa de ambas partes de flexibilizar sus planteamientos. Olvidan la premisa básica de negociar: ceder.
Antes aliados, ahora rivales. Se acabaron aquellas épocas en que eran uno mismo gobierno y sindicato en sus dos vertientes: Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE) y CNTE. Cuando todo se arreglaba a “billetazos” y con la creación de miles plazas con cargo al erario.
Con trato VIP para los líderes en turno oficial y disidente, no había distingos, recibían atención especial. Aunque no todos los docentes gozaran de ella, como suele suceder en las estructuras sindicales, para eso hay niveles. Si no pregúntenle a Elba Esther Gordillo, Teodoro Palomino, Jesús Martín del Campo, Azael Santiago Chepi, Rubén Núñez, entre otros. Una del SNTE y los otros de la CNTE.
Pero, -siempre hay un pero- todo tiene un principio y un fin. Papá gobierno se cansó de financiar sus costosos estilos de vida y sus causas “democráticas”. A través de la Reforma Educativa acabó con la extorsión sindical que por décadas ejercieron los dirigentes magisteriales a los gobiernos estatales y al federal, sin reflejarse en los niveles académicos de maestros y alumnos.
No tenían llenadera, entre más les daban, más pedían, lo mismo en recursos que en prestaciones laborales. Las plazas de los maestros que les autorizaban las vendían al mejor postor, docente o no, lo que importaba era quien podía pagar hasta cien mil pesos por una plaza, que en el magisterio representa, en la mayoría de los casos, el patrimonio de las familias y la herencia más valiosa para los hijos. Un seguro contra el desempleo.
La mecánica para obtener lo que les daba la gana, en los últimos 30 años, es la misma de ahora: plantones, marchas bloqueos. Amagaban, generaban inestabilidad social y listo, los gobiernos estatal o federal les daban lo que pedían, incluidos cargos públicos, y se aquietaban.
Sin embargo, todo tiene un límite y este grupúsculo lo rebasó. Elba Esther se encuentra presa y las exigencias de la CNTE y las acciones desarrolladas para obtenerlas alcanzaron niveles intolerables. La violencia e impunidad con la que se conduce la Coordinadora se ha ganado el repudio social y la exigencia a las autoridades para que se aplique la ley.
Pero, contener a la CNTE y a sus titiriteros, demanda algo más que el uso de la fuerza, se requiere de habilidad política, responsabilidad y compromiso social de los tres niveles de gobierno que en otras épocas fueron sus aliados y mecenas de esta hidra, que como la de Lerna, presenta varias cabezas con aliento venenoso para atacar a sus oponentes.
Los militantes, simpatizantes y financieros de la Coordinadora tienen muy clara su línea de acción y confrontación. Juegan a la guerrilla, como en otras ocasiones, cierran carreteras, sitian municipios, ciudades, toman rehenes, instalan plantones – barricadas en puntos estratégicos como el Centro Histórico de Oaxaca, Tuxtla Gutiérrez, Chiapas y la Ciudad de México.
Por cierto, Miguel Ángel Mancera, jefe de Gobierno, aseguró que no caerá en provocaciones en el tema de las manifestaciones, pues tiene claro que en este momento la capital del país es caja de resonancia de un problema nacional, no local.
Bueno, hasta el SNTE ya le entró a la revuelta y presentó a la SEP una propuesta de “mejoras” a la implementación de la Reforma Educativa. Su dirigente Juan Díaz de la Torre, dijo que el documento contempla instalar un mecanismo de revisión y análisis de los procesos de evaluación a fin de corregir las fallas e insuficiencias presentadas en los procesos del año pasado. ¡Vaya oportunismo político!
Así las cosas, recuperar la paz social no será fácil, exige un trabajo político-quirúrgico que demanda el compromiso de los gobernadores donde el SNTE y la Coordinadora, principalmente, tienen sus bastiones, como: Oaxaca, Guerrero, Chiapas y Michoacán. Estados con graves rezagos que han permitido que el problema magisterial se transforme en un conflicto social.
A la CNTE no le interesa el diálogo, negociar menos, pretenden, como en otros tiempos, irse con las bolsas llenas y ganar en este juego de vencidas llevando como trofeo la abrogación de la Reforma Educativa, que han mantenido como eje de la insurrección magisterial disidente.
Veremos si el débil Estado mexicano está dispuesto a ceder una vez más, ante estos mercenarios que sólo ven para su beneficio económico y personal. Llevándose entre las patas el derecho humano fundamental de la educación.
Vericuentos:
Alianzas PGJDF
Más vale tarde que nunca y en el tema de impartición de justicia la Procuraduría capitalina lanzó un mensaje de unidad con los ciudadanos al firmar un convenio de colaboración con México Unido Contra la Delincuencia (MUCD) para implementar la tercera etapa del programa “Cultura de la Legalidad en Agencias del Ministerio Público”. El procurador Rodolfo Ríos, reconoció que uno de los propósitos fundamentales de esta acción, es incentivar la intervención de la ciudadanía en la evaluación del trabajo de las autoridades encargadas de procurar justicia, además de difundir la cultura de la legalidad y mejorar la gestión del Ministerio Público. ¡Enhorabuena!
PRI – No se hagan bolas
Los tricolores no se recuperan de la cruda política que les dejó la derrota del pasado 5 de junio. Están hechos bolas para elegir a su séptimo dirigente, de 2011 a la fecha; buscan retener el Estado de México y sus 12 millones de votos. Le apuestan a la renovación e impulsan a Enrique Ochoa Reza, actual Director de CFE. Los dinos pierden la batalla y Luis Videgaray toma el control del partido. ¿Quién dijo que estaba fuera de la sucesión presidencial?
@guillegomora