Ana Paula Ordorica
El jueves es el referéndum en Gran Bretaña para decidir si sus ciudadanos quieren permanecer dentro de la Comunidad Europea (CE) o no.
Un proceso que inició por la petición de un partido minoritario, el UKIP (United Kingdom Independent Party) y su líder, Nigel Farage, y que hoy tiene no solo a GB en vilo, si no al mundo entero temblando.
¿Cómo pudo un pequeño partido y un político tan poco importante subir en la agenda de la gran potencia que es el Reino Unido este debate? La respuesta está en un mal manejo político del tema por parte del líder de los Conservadores y actual Primer Ministro, David Cameron, quien basó su reelección del año pasado en la promesa de llevar a cabo este referéndum.
Confiado en que la salida no sería tomada en serio por nadie serio en Gran Bretaña, Cameron quiso jugar al demócrata por un lado y presionar a las instituciones europeas para lograr mejores condiciones para su país, por el otro.
El tiro le puede salir por la culata. El Brexit ha dividido no solo a los Conservadores (algo que nunca imaginó Cameron), también a la sociedad británica en su conjunto y hoy por hoy no se puede apostar qué lado ganará el referéndum: la salida o la permanencia en el bloque.
¿Qué pasará si gana el Brexit (Bitain’s exit)? Esa es tan solo una de las interrogantes que prevalecen sobre un proceso único en Europa y muy sintomático del momento por el que atraviesa el viejo continente y gran parte del mundo occidental.
Como ya apuntábamos, el resultado es incierto. Las encuestas – que en Gran Bretaña han brillado por su falta de precisión – tienen en virtual empate ambos escenarios pero con un margen importante de indecisos que serán al final quienes decidan el resultado.
Todo apunta a que el tema lo defina la cabeza o el estómago y corazón de los ciudadanos. La cabeza y el sentido común llevarán al triunfo de la permanencia por un cálculo que privilegie el status quo sobre la incertidumbre de la salida.
No importa cuál sea el resultado, el proceso dejará dos secuelas por mucho tiempo. Una es que dentro de Gran Bretaña el partido conservador va a quedar sumamente dividido y la posibilidad de un relevo del Primer Ministro se antoja muy probable.
¡Solo un tercio de la población cree que Cameron seguirá como Primer Ministro dentro de seis meses!
La segunda secuela es que veremos un proceso de fragmentación política y de las estructuras de seguridad en la CE que sacudirán las bases sobre las cuales fue reconstruida Europa tras la Segunda Guerra Mundial.
Otros países seguramente sentirán la necesidad de sujetar un referéndum similar o, en el mejor de los casos, querrán renegociar los términos de su pertenencia en la CE.
Todo esto en un momento de gran inestabilidad mundial en donde una Europa frágil no podrá tener el mismo empuje para lidiar con temas como el Estado Islámico, la Rusia empoderada, la crisis de los migrantes e incluso los ataques cibernéticos. ¡Ni qué decir si del otro lado del Atlántico llegara a ganar Donald Trump la elección de noviembre!
Pase lo que pase, sea cual sea el resultado del jueves, el avispero ha sido agitado y las secuelas del Brexit han llegado para quedarse.
@AnaPOrdorica
Apostilla: para una explicación a detalle de lo que es el Brexit, ver: http://noticieros.televisa.com/forotv-foro-global/2016-06-16/que-pasa-si-gran-bretana-sale-de-la-ue/