El agua es de suma importancia para muchos procesos de nuestro cuerpo, es un componente esencial de todos los tejidos para los procesos de digestión, absorción y excreción; es un medio de transporte y participa en reacciones metabólicas, además de mantener la temperatura corporal, entre otros. Por ende, el no tomarla en las cantidades adecuadas, puede significar una alteración en las variadas funciones de nuestro organismo.
La ingesta de agua en los niños y adultos se estima en relación al peso corporal. La guía de alimentación para una vida más sana, recomienda en adultos 6 a 8 vasos y en niños (en edad escolar) 5 a 6 vasos al día, siendo lo ideal tomar agua pura, aunque de igual forma es posible considerar otros líquidos como leche, jugos y sopas. Es importante señalar que los brebajes como alcohol y cafeína pueden producir un efecto deshidratante.
Dentro de sus muchas virtudes, el consumo de una cantidad ideal de agua permite mantener un óptimo estado de hidratación tanto de la piel, como también de los ojos, boca y nariz. Lo que nos permite mantener un aspecto saludable. Además, las personas tienden a bajar de peso porque mejoran algunos procesos en el organismo (digestión). Al ser mayor el consumo de agua, lo más probable es que el consumo calórico sea menor.
Fuente: 24 Horas