Colaboración de Gabriel Casillas
Diariamente escucho en diferentes círculos sociales que la administración pública actual ha llevado al país a tener un desempeño económico deficiente y que la volátil depreciación del tipo de cambio es prueba del mal manejo del país. Los datos económicos de este primer trienio de la administración del Presidente Enrique Peña Nieto (@EPN), así como las circunstancias globales hablan de una realidad muy distinta a la que se percibe. En este sentido, si bien considero que una evaluación seria requiere de un análisis más profundo y multifactorial, me voy a permitir concentrar mis comentarios en tres aspectos: (1) Crecimiento económico; (2) inflación; y (3) tipo de cambio.
(1) Crecimiento económico. La semana pasada el INEGI dio a conocer el Producto Interno Bruto (PIB) del cuarto trimestre del año pasado y con este reporte ahora sabemos que el PIB de todo el año registró un crecimiento de 2.5 por ciento en el 2015. Así, en el primer trienio de la presente administración (2013, 2014 y 2015), la economía mexicana creció 2 por ciento en promedio. Sin duda no es lo que considero que la economía de nuestro país debería estar creciendo de acuerdo a su potencial, pero esta tasa de crecimiento promedio fue mayor que la que se observó en los primeros tres años de las dos administraciones anteriores. En este sentido, el PIB creció sólo 0.3 por ciento en promedio durante el primer trienio del ex Presidente Fox y de hecho, cayó 0.1 por ciento en los primeros tres años del ex Presidente Calderón. Si bien en el primer trienio de Fox se reventó la burbuja de las empresas de tecnología informática que iniciaban negocios con portales de Internet (“dot com”) en Estados Unidos, esto no significó una crisis de gran envergadura y tuvo un contagio global muy limitado. Por otro lado, en los primeros tres años de la administración de Calderón se detonó la gran crisis económico-financiera global de 2008-2009, cuya onda de choque afectó profundamente casi todas las economías del mundo. Ahora, comparando el crecimiento del PIB de México de 2015 con el de otras economías también deja en muy buen lugar a nuestro país. Se estima que las economías de Brasil y Rusia cayeron 3.8 por ciento en el 2015. Asimismo, el PIB de Chile y Sudáfrica sólo creció 2 y 1.3 por ciento el año pasado, respectivamente. Hacia delante, con estimaciones conservadoras sobre de crecimiento de los países de Latinoamérica, es muy probable que México sea el responsable de más del 80 por ciento del crecimiento de esta región.
(2) Inflación. En el tema de inflación, la presente administración tiene un récord todavía más relevante con respecto a las administraciones recientes. En este sentido, no me refiero solamente por haber tenido una menor inflación promedio durante el primer trienio de su gobierno, sino por haber alcanzado por primera vez el objetivo de inflación del Banco de México (3 por ciento) en esta administración. La inflación promedio durante el primer trienio de @EPN fue de 3.4 por ciento, mientras que ésta se ubicó en 4.7 y 4.6 por ciento en promedio durante los primeros tres años de las administraciones de los ex Presidentes Fox y Calderón, respectivamente. No hay duda de que este logro macroeconómico en materia de inflación no es sólo de la presente administración, debido a que este se ha construido en los últimos 25 años con la autonomía del Banco de México, así como la forma en que ha actuado nuestro Instituto Central para lograr una política monetaria consistentemente responsable y cada vez más transparente, así como el mantenimiento de finanzas públicas sanas y un sistema financiero bien regulado y capitalizado.
(3) Tipo de cambio. Debido a la fuerte depreciación que ha experimentado el peso, particularmente frente al dólar de EU en los últimos 18 meses, pareciera que la administración del Presidente Peña Nieto no podría obtener un buen resultado respecto a las dos administraciones pasadas en el tema cambiario. No obstante lo anterior, la realidad es que también en materia cambiaria la presente administración logró un buen resultado. De hecho, el tipo de cambio registró una depreciación anual promedio de 6.8 por ciento durante los primeros tres años del gobierno de @EPN, menor al 7.8 por ciento promedio de la primera mitad de la administración de Calderón, pero mayor que el 4.6 por ciento que se observó durante el primer trienio de Fox. Como comentaba al inicio de la columna, a Fox le tocó la burbuja de las dot coms, a Calderón el inicio de la crisis económico-financiera global y a Peña Nieto le está tocando la salida de dicha crisis, en donde el reacomodo de los mercados financieros globales no está siendo un proceso suave y tranquilo. En los tres procesos mencionados, México no ha sido la fuente de la fuerte volatilidad observada en los mercados financieros internacionales. De hecho, la ola actual de alta volatilidad está siendo provocada por la incertidumbre referente a la desaceleración de la economía china, en conjunción con el proceso de normalización de tasas en EU y la fuerte caída de los precios de las materias primas, en particular los del petróleo.
Si a estos resultados cuantitativos simplemente le sumamos la aprobación y el inicio de la instrumentación de las once reformas estructurales, se ve claramente que nuestro país va avanzando en la dirección correcta.
*El autor es economista en jefe de Grupo Financiero Banorte.
Twitter: @G_Casillas