En París, los residentes que se recuperan todavía de los últimos ataques terroristas tendrán una celebración más modesta que en años anteriores. Y en la capital de Bélgica, Bruselas, las autoridades, nerviosas tras frustrar lo que dijeron eran planes para atentar durante las fiestas, han cancelado todos los actos previstos para recibir el 2016.
A medida que 2015 llega a su fin, muchos están deseando decir adiós a un año marcado por los ataques que sacudieron naciones enteras y dejaron los nervios a flor de piel. Con todo, en muchos lugares se sigue adelante con las celebraciones, con algunos negándose a que el miedo les arruine la fiesta.
«Seguimos teniendo este miedo, pero tenemos que seguir viviendo», dijo la parisina Myriam Oukik. «Lo celebraremos».
AUSTRALIA
Fuegos artificiales estallaron a lo largo del famoso puerto de Sydney, donde las personas se congregaron en balcones, parques y barcos en busca de la mejor vista.
Se esperaban más de 1 millón de personas al brillante espectáculo, donde se vieron cascadas multicolores y efectos en forma de mariposas, pulpos y flores.
Las autoridades australianas, tratando de contener la amenaza extremista local, animaron a los juerguistas a disfrutar de la noche y les aseguraron que miles de policías estarían patrullando las principales ciudades.
«No cambien su forma de vida», dijo el alcalde de Melbourne, Robert Doyle, a los residentes de la ciudad. «No dejen que los eventos de todo el mundo cuestionen la forma en que vivimos».
NUEVA ZELANDA
Nueva Zelanda, el primer país con un número importante de habitantes que entra en el año nuevo, recibió a 2016 realizando una cuenta atrás en los segundos previos a la medianoche siguiendo un reloj digital gigante instalado en la popular Sky Tower de Auckland. Se hicieron sonar bocinas y los asistentes lanzaron vítores cuando la torre se encendió con fuegos artificiales, con colores que cambiaban del verde al rojo y al blanco.
JAPON
Fin de Año es la mayor fiesta de Japón, y millones de personas se apiñan en trenes para cambiar las ciudades por sus localidades natales donde disfrutar de platos de fideos, que simbolizan longevidad, mientras ven el concurso anual de canciones Red and White NHK. A medianoche, las familias se abrigan para visitar los templos de barrio, donde enormes campanas de bronce señalarán el inicio de 2016.
Tokio está bajo alerta por motivos de seguridad este año, con carteles en el metro y otros espacios públicos que advierten a la gente que mantenga los ojos abiertos para detectar paquetes o actividades sospechosos.
COREAS
Los surcoreanos celebrarán la llegada de 2016 con tradicionales ceremonias de campanas, fuegos artificiales y actuaciones musicales y bailes al aire libre. Miles de personas, incluyendo refugiados norcoreanos, se darán cita en una localidad próxima a la frontera con la rival Corea del Norte para asistir a uno de estos actos y desear una unificación coreana pacífica.
En su mensaje de Año Nuevo, la presidenta surcoreana Park Geun-hye volvió a destacar que su gobierno está abierto al diálogo con su vecino, pero responderá con determinación a cualquier provocación de Pyongyang.
Se espera que Corea del Norte celebre la entrada de 2016 con un discurso de su líder, Kim Jong Un, que los observadores externos analizan minuciosamente para intentar atisbar la dirección política que toma el hermético país.
MALASIA
La mayor ciudad de Malasia, Kuala Lumpur, ha reforzado su seguridad. Allí, los fuegos artificiales darán la bienvenida al año nuevo en una histórica plaza además de en las conocidas Torres Petronas, unos de los edificios más altos del mundo.
Las autoridades malasias han detenido a más de 150 sospechosos vinculados al grupo extremista Estado Islámico en los dos últimos años, algunos de los cuales estaban supuestamente elaborando planes para atentar en zonas estratégicas de Kuala Lumpur. En septiembre, la embajada de Estados Unidos advirtió sobre una potencial amenaza terrorista en una popular calle de vendedores ambulantes de la ciudad y en sus alrededores.
CHINA
Las celebraciones oficiales para recibir 2016 tendrán lugar en las inmediaciones de la Ciudad Prohibida de Beijing e incluirán actuaciones y pirotecnia, y una de las televisoras más populares del país emitirá una gala desde el Estadio Nacional, conocido también como Nido de Pájaro.
Por razones de seguridad, Shanghai cerrará el metro cerca del paseo Bund tras la estampida del pasado Fin de Año en la que fallecieron 36 personas y que empañó la imagen de la metrópoli más próspera y moderna de China.
Las zonas de compras y bares de Beijing están bajo una alerta de seguridad que comenzó antes de la Navidad y que hace que policías armados hagan guardia en las zonas comerciales más populares. La policía suele emitir este tipo de avisos durante feriados para asegurar la seguridad.
FILIPINAS
No se han detectado amenazas concretas para las fiestas de cambio de año en la capital, Manila, o en otras urbes importantes, aunque las fuerzas gubernamentales están en permanente alerta por la presencia de pequeños pero violentos grupos insurgentes islamistas en el sur del país.
La preocupación en esta fecha gira en torno al uso de pirotecnia ilegal, una práctica que el año pasado dejó más de 850 heridos. Los centros comerciales y las municipalías organizan espectáculos de fuegos artificiales para desanimar a los ciudadanos a encender los suyos propios. Una importante secta religiosa, la Iglesia ni Cristo, intentará batir el record mundial de bengalas encendidas en un mismo lugar a la vez.
TAILANDIA
Menos de seis meses después de una bomba que mató a 20 personas en el santuario Erawan de Bangkok, decenas de miles de personas celebrarán el año nuevo en la misma intersección con música en directo y una cuenta atrás.
Más de 5.000 policías vigilarán el lugar, que será registrado antes por expertos en desactivación de explosivos.
Más ruidosa si cabe será la celebración junto al río Chao Phraya, donde responsables de turismo han prometido fuegos artificiales espectaculares sobre dos de los monumentos más icónicos del reino, el Gran Palacio y Wat Arun — el Templo del Amanecer.
INDONESIA
Indonesia está en alerta máxima después de que las autoridades anunciaran la semana pasada que habían impedido un plan de extremistas islámicos para atacar a funcionarios del gobierno, extranjeros y otros en la nación musulmana más poblada del mundo.
Se ha movilizado a unos 150.000 agentes de policía y soldados para proteger iglesias, aeropuertos y otros espacios públicos.
El portavoz de la policía nacional, el general Anton Charliyan, dijo que la seguridad se centra en anticipar ataques en regiones vulnerables como la capital, Yakarta, la zona turística de Bali y la conflictiva Papúa Occidental, donde recibirá el año el presidente, Joko Widodo.
Más de 9.000 agentes vigilarán Bali, el lugar donde se produjo el atentado más letal de Indonesia, con 202 muertos, en 2002.
INDIA
Hoteles y restaurantes en y en los alrededores de Nueva Delhi han anunciado grandes fiestas con música en directo, bailes y bebidas.
Con la seguridad en el punto de mira, policías y equipos antiterroristas realizaron simulacros de atentados el martes en un abarrotado centro comercial y en un mercado. Los testigos, sin embargo, no estaban impresionados. Mona Arthur, periodista de la ciudad que estaba en el centro comercial en ese momento calificó el ejercicio de «burla de simulacro».
EMIRATOS ARABES UNIDOS
En la megaciudad de Dubai, tres castillos de fuegos artificiales buscarán sorprender a los asistentes. El espectáculo comenzará en el Burj Khalifa, el edificio más alto del mundo con 828 metros (905 yardas). Los organizadores dicen que en la torre se instalaron 400.000 luces LED y que se emplearán 1,6 toneladas de fuegos de artificio.
Después, los cohetes iluminarán el cielo en torno al Burj Al Arab y más tarde terminarán en el puerto deportivo de la ciudad. La pirotecnia será la protagonista de la noche también en Abu Dabi, la capital del país de los siete emiratos.
Los fuegos artificiales pondrán fin a un año plagado de desafíos para Emiratos Árabes Unidos, que vio como el precio del petróleo caía por debajo de los 40 dólares por barril y como decenas de sus soldados perdían la vida en la guerra liderada por Arabia Saudí contra rebeldes chiíes en Yemen. Mientras, Oriente Medio en su conjunto sigue todavía bajo la amenaza que supone la cercanía del grupo Estado Islámico.