Colaboración de Guillermina Gómora Ordóñez
Llegamos a la mitad del gobierno de Enrique Peña Nieto y el país, igual que el mundo, vive tiempos complicados, con la violencia en primer plano y graves desórdenes en materia económica y social.
En Tamaulipas, por ejemplo, este lunes de nueva cuenta se registraron enfrentamientos y bloqueos que sacudieron a la ciudad de Reynosa.
Apenas por la mañana se había reunido el grupo de Coordinación Tamaulipas, en esa ciudad, en el contexto de sus encuentros itinerantes y horas después se registraron los hechos en la zona sur de la fronteriza ciudad. Sí, aunque usted no lo crea.
Una vez más, a través de sus cuentas oficiales de redes sociales el gobierno municipal de Reynosa alertó hacia las 16:00 horas: «semáforo amarillo en la colonia integración familiar, evite el área»… además, en Twitter usuarios reportaron que choferes habían sido despojados de los tráileres que manejaban, así como de vehículos particulares, frente a la plaza comercial Valle Alto.
Más tarde, el semáforo de emergencia se elevó a color naranja abarcando nuevos sectores… «semáforo naranja en Boulevard Hidalgo a la altura de las agencias Boulevard Morelos, altura puente de la muerte, evite el área’’, exhortaban en el primer tuit… ‘‘semáforo naranja en la salida a la carretera Monterrey, carretera Río Bravo, evite circular por estas áreas’’, decían en el segundo.
El terror y el miedo sometieron otra vez a los tamaulipecos y a sus autoridades que no han podido encontrar la solución al grave problema de corrupción, impunidad y vacío de poder que se registra en la entidad desde hace años, como lo hemos documentado en este espacio.
Conflicto que lamentablemente afecta a otros estados como Michoacán y Guerrero, este último socavado por el narco, el crimen organizado, las policías comunitarias, la guerrilla, el magisterio disidente y en los últimos 14 meses por los familiares de los 43 normalistas desaparecidos en Iguala.
Vivales que han hecho de la tragedia su modus operandi para viajar por el país, el mundo y dedicarse a robar pipas de combustible, camiones repartidores de refrescos y otros productos, así como a secuestrar autobuses, bajo el amparo que les da la impunidad de su “causa social” y el vacío de poder.
Hueco por el que se colaron camarillas de civiles armados, para disputar el control del poder, y hoy en Guerrero 46 de los 81 municipios registran presencia de policías comunitarios, mientras que en Michoacán, hay 44 organizaciones en 45 regiones de 19 municipios de la denominada Tierra Caliente.
Bandas que los gobiernos de Michoacán y Guerrero han reconocido como aliados e interlocutores válidos y hasta los financian y entregan armas para su “lucha social” en defensa de su comunidad, que la más de las veces son los cárteles del narcotráfico.
Revoltijo de política, crimen e inestabilidad social que, hacia el 2016, plantea un escenario complicado para el relevo de 12 gubernaturas y donde los partidos deberán remontar el hartazgo social que ha caracterizado los últimos comicios, reflejándose en un abstencionismo cercano al 60 por ciento.
Desafío mayúsculo que deberá superar un Mesías (AMLO) un “pollo”, Ricardo Anaya, del PAN y un “capo” Manlio Fabio Beltrones del PRI, a decir de López Obrador; del PRD ni hablar, en medio de sus luchas internas Agustín Basave busca alianzas para recuperar de lo perdido lo que se pueda.
Así, en este amasijo del primer tercio hay que incluir el polvorín denominado, “evaluación educativa”, una bomba de tiempo que hasta ahora está bajo control por los estados de sitio impuestos en Michoacán, Oaxaca y en los próximos días en Guerrero.
Evaluación magisterial urgente y necesaria pero que ha sido severamente cuestionada por la forma en que se realizó. Ojalá el proceso llegue a buen término pues estos talibanes de la CNTE andan en busca de un mártir que justifique su indolencia y fraude educativo que por años les permitió vida de reyes a sus líderes en detrimento de millones de niños con pésima educación.
Punto y aparte está lo que sucede en el Congreso con los temas del Apagón Analógico, los relevos de ministros de la Suprema Corte y la designación de embajadores. Un microcosmos que marca de acuerdo a sus intereses los tiempos y plazos para la aprobación de leyes.
En conclusión, un revoltijo político en el que millones de mexicanos, buscan una mejor calidad de vida.
@guillegomora
1 comentario
Solo una aclaración, no es el primer tercio de la administración, es la mitad, es decir el 50% del tiempo tres de 6 años.