Por GABRIEL CASILLAS | Perspectiva Global
La semana pasada, el Comité de Operaciones de Mercado Abierto (FOMC) del Banco de la Reserva Federal de EU (FOMC) decidió mantener sin cambios el rango de la tasa de Fed Funds entre cero y 0.25 por ciento, como era ampliamente anticipado. No obstante lo anterior, el tono del comunicado que publican anunciando su decisión fue más hawkish (i.e. reflejando un sesgo hacia un aumento de tasas de interés). En este sentido, comparando el comunicado de esta reunión con el del 17 de septiembre, considero importante destacar tres cambios: (1) Eliminaron la frase donde explicaban la relevancia de los recientes eventos externos como un riesgo al crecimiento económico. De hecho removieron el enunciado: “…el reciente desarrollo económico y financiero global puede restringir en cierta medida la actividad económica y puede poner presión adicional a la baja sobre la inflación en el corto plazo…”; (2) fueron muy explícitos en su evaluación sobre subir el rango de la tasa de referencia en la próxima reunión, en lugar de hablar sobre el tiempo que consideran adecuado mantener el rango actual de las tasa de interés; y (3) hicieron un rebalanceo de su evaluación sobre la actividad económica y el empleo. Por un lado, destacaron que tanto el consumo como la inversión se encuentran evolucionando a “un paso sólido”, en lugar de haberlo calificado como “a un paso moderado”. Por el otro lado, reconocieron un menor ritmo de creación de empleos, aunque con estabilidad en la tasa de desempleo.
En mi opinión, las tres modificaciones que llevaron a cabo en la comunicación del FOMC fueron clave para volver a poner en la mesa la opción de que el Fed inicie un ciclo de alza de tasas de interés tan pronto como en su reunión de diciembre, cuando los activos financieros relacionados descontaban que esto no ocurría sino hasta mediados del 2016. Como lo he comentado en este espacio en reiteradas ocasiones, considero que el momento de normalización de tasas de interés por parte del Fed ya llegó desde junio del año pasado, por lo que aplaudo la decisión del FOMC de haber enviado un mensaje mucho más consistente con un aumento de tasas de interés más próximo. No obstante lo anterior, considero también importante destacar que, de la reunión del Fed del 17 de septiembre a la fecha, el escenario de crecimiento muestra un deterioro, aunque las señales aún son prematuras para hablar de una desaceleración más profunda. Por un lado, la creación de empleos se moderó de manera pronunciada en agosto y septiembre, mientras que las ventas al menudeo mostraron también una ligera desaceleración durante el noveno mes del año, a la vez que las cifras del sector manufacturero siguen confirmando debilidad. En este contexto, la publicación de las cifras económicas en las próximas semanas será especialmente relevante. En este sentido, quiero destacar los reportes del mercado laboral de octubre (a publicarse el 6 de noviembre) y el dato de noviembre (a publicarse el 4 de diciembre). Asimismo, considero será importante analizar las discusiones contenidas en las minutas de esta reunión, que se darán a conocer el próximo 18 de noviembre.
Independientemente de la coyuntura -a la cuál no resto relevancia, pero considero que para tomar decisiones de política monetaria se necesita un enfoque de más largo plazo-, creo firmemente que el FOMC ya debe de iniciar un proceso de normalización de tasas de interés por tres razones: (1) Enviar una señal de que la crisis terminó, ya que continuar con una política monetaria extraordinaria -caracterizada por una tasa de referencia cercana al cero por ciento y una inyección de liquidez sin precedentes de más de cuatro billones de dólares-, no manda un mensaje de “normalidad” a los participantes de los mercados y de la economía en general; (2) dejar de “abaratar” el costo del capital relativo al costo del empleo. El punto clave aquí es que al haber bajado tanto la tasa de interés, la Fed “abarató” el costo del capital con respecto al costo del trabajo, por lo que si hacia delante se desea impulsar el empleo en una situación más cercana a la “normalidad”, es importante regresar el costo del capital a su estado “normal” y así no inducir a las empresas hacia una mayor utilización del capital (de lo “normal”) e impulsar la generación de empleo en una situación “más normal”; y (3) hacer que la tasa de Fondos Federales vuelva a ser el instrumento más relevante de política monetaria. Para que funcione la política monetaria vía tasas de interés –que actúa a través del mercado interbancario–, es necesario que los bancos se presten entre sí. Ahora, con tanta liquidez que han recibido los bancos en EU –debido al estímulo cuantitativo del Fed, en conjunción con una regulación mucho más estricta–, los préstamos entre bancos se han colapsado. En resumen, considero que al haber modificado el tono de su comunicado, el FOMC está rescatando su credibilidad, sobre todo al haber puesto en máxima alerta a los participantes de los mercados desde hace mucho tiempo sin haber llevado a cabo ningún movimiento todavía. Pero más importante aún, por las razones que expongo anteriormente, considero que actuar ya va a ser benéfico para EU y para el mundo.
Twitter: @G_Casillas