Las acusaciones de corrupción llegaron hasta lo más alto del gobierno de Guatemala, donde su presidente, Otto Pérez Molina, se vio obligado a renunciar y ahora enfrenta a la justicia en un singular caso de procesamiento de un mandatario en funciones en América Latina.
La Línea es el nombre clave en la trama que se desarrolla desde 2014: una estructura de corrupción que hace referencia a la línea telefónica mediante la cual los importadores de mercancías pactaban con altos funcionarios los sobornos a cambio de beneficios fiscales.
Mientras que en un inicio había acusaciones contra algunos jefes del sector hacendario, el hilo de la madeja fue desenredándose hasta alcanzar a la ahora exvicepresidenta Roxana Baladetti (actualmente bajo proceso), quien señaló al presidente Pérez Molina en el caso.
Estas son algunas de las claves para entender qué pasa en Guatemala.
1. El hallazgo de La Línea
La Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) de la ONU y la Fiscalía Especial Contra la Impunidad son los organismos que han liderado las investigaciones de corrupción en el país centroamericano.
En mayo de 2014 inició la investigación ante las denuncias de que empresarios que importaban productos al país estaban coludidos con funcionarios aduanales para adulterar los registros y que sus mercancías entraran al país con un pago menor de los impuestos correspondientes.
En los primeros meses fueron intervenidas más de 86,000 conversaciones telefónicas y unos 5,000 correos electrónicos más por la CICIG y la Fiscalía guatemalteca. Las autoridades ya tenían en la mira a principios de este año a los actores más superficiales en La Línea.
2. Las primeras detenciones
Las autoridades guatemaltecas emprendieron en abril las primeras detenciones, una de ellas del director de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), Omar Franco, y de su predecesor en el cargo, Carlos Muñoz.
En ese momento fue señalado como uno de los más altos líderes de La Línea el asistente de la exvicepresidenta Baladetti, Juan Carlos Monzón, quien desde entonces está prófugo. Ambos habían viajado a Corea del Sur, pero solo la vicepresidenta regresó a Guatemala.
En mayo, la vicepresidenta se vio obligada a renunciar al cargo, y en el transcurso de los meses siguientes se llevaron a cabo allanamientos a oficinas e inmuebles de los señalados. También comenzaron las primeras protestas masivas de los guatemaltecos para exigir investigaciones a los más altos cargos del país.
3. La detención de Baldetti
Llegó agosto y el comisionado de la CICIG, el colombiano Iván Velázquez, lanzó las acusaciones más importantes: los involucrados enLa Línea recurrentemente hacían referencia a “el uno” y “la dos”, que correspondían al presidente Pérez Molina y la vicepresidenta Baladetti.
«Hasta el momento de hoy, encontramos en toda la organización y organigrama (de la defraudación) la muy lamentable participación del señor presidente de la República y la señora Roxana Baldetti», dijo Velázquez el pasado 21 de agosto.
Aunque en todo momento la exvicepresidenta ha negado su participación, el día 26 fue emitida una orden de arresto provisional en su contra y actualmente está bajo el proceso por la red de sobornos y defraudación fiscal de La Línea.
De 49 personas identificadas como parte de la estructura, 28 ya han sido detenidas.
4. La caída de Pérez Molina
Al identificar a Pérez Molina como el máximo jefe de La Línea, comisionado Velázquez había recomendado al entonces presidente su dimisión. Al llamado también se sumó la Procuraduría General guatemalteca, y en las calles miles de personas en protestas masivas.
Sin embargo, el presidente sostuvo —y hasta ahora lo hace— que no está involucrado, por lo que tramitó un amparo a finales de agosto ypidió ser investigado solo con base en pruebas. «Niego categóricamente y rechazo la acusación de que yo estaba involucrado y de haber recibido dinero en ese esquema de fraude aduanero», declaró.
El Congreso guatemalteco determinó por unanimidad retirar la inmunidad del presidente para ser juzgado. Ante una inminente orden judicial en su contra, Pérez Molina presentó su renuncia a la media noche del 2 de septiembre, la cual fue aceptada por el Legislativo.
El jueves, la justicia guatemalteca emitió la orden de prisiónprovisional por la que Pérez Molina quedó bajo arresto y pasó su primera noche tras las rejas. Y este viernes se desarrollan las primeras audiencias contra el expresidente en el caso de La Línea.
El Congreso nombró al vicepresidente Alejandro Maldonado como presidente interino, pero desempeñará funciones en los cuatro meses que restan del gobierno actual.
Este domingo 6, más de 7.5 millones de guatemaltecos están llamados a las urnas en medio de los días de convulsión política más notables de los últimos años. Además de la presidencia, se votarán a los 158 diputados, 20 legisladores del Parlamento Centroamericano y 338 puestos municipales.
Para sorpresa de las campañas, el comediante Jimmy Morales encabeza las encuestas con un 25% de la intención de voto, por encima del empresario Manuel Baldizón (22%), y de la ex primera dama Sandra Torres (18%), según el sondeo de Pro Datos.
Es previsible que haya una segunda vuelta si ninguno de los candidatos obtiene más del 50% de los votos, la cual se llevaría a cabo el 25 de octubre.
Fuera del ambiente de las campañas, los guatemaltecos celebran que el ciudadano Movimiento por la Dignidad, que ha liderado las manifestaciones contra la corrupción, haya logrado el procesamiento del primer presidente electo democráticamente en la historia de Guatemala.
Fuente: CNN/ EFE/AFP