Estamos en pleno proceso electoral y todo parece indicar que una vez terminadas las elecciones tendremos una nueva modificación al marco legal en la materia, es decir, los partidos políticos van a volver a cambiar las reglas del juego.
La última reforma en materia electoral que se hizo en México fue en 2014 y a cuatro años de distancia, tres especialistas consultados por Nación321 ya detectaron algunos problemas.
Sí, sabemos que es natural que se modifiquen las leyes, pero, según los expertos, lo importante es que los cambios sean funcionales y que ayuden a fortalecer la democracia. Por ello, sugieren que si van a hacer cambios, los legisladores pongan atención en los temas que en este momento no funcionan y no hagan las cosas obedeciendo sus propios intereses. ¿Qué temas son? Acá te los dejamos.
La figura de precampañas fue creada para que los partidos políticos tuvieran una contienda interna y por medio de diferentes métodos escogieran a sus candidatos.
Los legisladores creyeron que regulando la etapa en la que los partidos se pelean por ser candidatos solucionaría los problemas de actos anticipados de campaña… Pero oh, sorpresa, resulta que este 2018 no hubo competencia interna y todos fueron «precandidatos únicos».
Con las reglas como están «una cúpula decide quién será el candidato y hacen a un lado a los militantes. Hay que fortalecer la ley para que los partidos generen cuadros y mecanismos que sean atractivos, que la gente vea útil formar parte de un partido político», explicó Arturo Espinosa Silis, experto en derecho electoral y director de Strategia Electoral.
Espinosa Silis cree que las precampañas no sirvieron de nada porque todo se hizo a través de acuerdos en donde la ciudadanía no tuvo participación. Para el experto, los problemas de las reformas en materia electoral se deben a que no se hace un análisis profundo de lo que sí funciona, además, pocas veces se plantean objetivos claros porque todo se hace por un intercambio político.
En tanto, para el exconsejero electoral Jaime Cárdenas, la figura de precampaña falló porque no obliga a los partidos a competir entre sí para que no existan precandidatos únicos y por lo tanto «son artificiales», de ahí que las intercampañas, el periodo en el que los partidos deben resolver las impugnaciones entre sus propios militantes, sean totalmente innecesarias.
Otro tema que ha causado indignación entre la ciudadanía es el costo de las elecciones, sobre todo el dinero que se destina a los partidos políticos. Tan solo para este 2018, la suma total que recibirán, incluyendo gastos ordinarios y de campaña, será de 6 mil 702 millones 973 mil 351 pesos.
De hecho, hasta el propio consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova reconoció que estas elecciones son las más caras de la historia.
El PRI es el partido que tendrá más dinero para sus campañas, con 547 millones de pesos, distribuidos a su criterio para las elecciones a presidente, las diputaciones y las senadurías.
En tanto, el PAN alcanzará los 413 millones, mientras que el PRD se queda con la tercera rebanada más grande del pastel, 248 millones de pesos. Morena tendrá presupuestados 207 millones de pesos para repartir entre sus candidatos a cargos federales.
Al respecto, Jaime Cárdenas cree que es necesario que en la próxima reforma electoral se haga una reingeniería total del INE para convertirlo en un órgano mucho más austero.
«Es innecesario que existan los Organismos Públicos locales y los Tribunales en los estados, el INE tiene que ser más compacto, eficaz y austero, 11 consejeros electorales es un exceso, así como tener direcciones y estructuras administrativas en exceso»
Respecto al financiamiento de los partidos, el académico dijo que se debe modificar la manera en que se reparte el financiamiento público para hacer más igualitario y derogar definitivamente las aportaciones privadas porque son una puerta a la corrupción.
«Los empresarios aportan dinero a una campaña con el ánimo de conseguir favores como contratos, licitaciones de obra pública y licencias de cualquier tipo», dijo el también exdiputado federal.
CANDIDATURAS INDEPENDIENTES
Por primera vez en la historia, los mexicanos vamos a poder votar por candidatos presidenciales independientes, es decir, ciudadanos que no tiene el apoyo de un partido político y tampoco tiene acceso a todos los recursos económicos.
Esta figura fue avalada en la reforma electoral de 2014 y los primeros en experimentarla fueron los ciudadanos de Nuevo León, donde Jaime Rodríguez Calderón, conocido como el Bronco, fue el primer gobernador independiente de la historia.
Otro que irrumpió, y con éxito, en la escena independiente fue Pedro Kumamoto, quien ocupó el cargo de diputado local independiente en Jalisco y que ahora busca un lugar en el Senado por la misma vía.
Pero no todo en el camino de los independientes es miel sobre hojuelas, pues para ser candidato hay que pasar por un largo camino…
El obstáculo más grande es la recolección de firmas ya que los aspirantes deben hacerlo con sus propios recursos y el número solicitado es demasiado grande, por ejemplo, si quieres ser candidato presidencial por dicha vía, debes tener validadas más de 800 mil firmas, pero ojo, no se vale que todas sean en uno o dos estados, nooo, debes repartirlas en 17 entidades.
El (casi) imposible camino de los independientes en 2018
Espinosa Silis cree que la figura de candidatos independientes se ha vuelto una válvula de escape para aquellos políticos que no obtiene una candidatura, como los casos de Margarita Zavala, quien salió del PAN; Armando Ríos Piter, que dejó el PRD; y el Bronco, quien tuvo una militancia de una década en el PRI.
Jaime Cárdenas cree que la figura está bien, que no se debe sobrerregular y que le ciudadano es quien debe definir qué tan independiente es el candidato que quiere postularse.
En contraste, el politólogo Fernando Dworak considera que la figura de candidato independiente funcionará solo a nivel local, por ejemplo con los ayuntamientos, pues cree que es la manera en la que los ciudadanos de a pie pueden mantener una vigilancia directa en sus gobernantes y tener un mejor diálogo.
Las reglas del juego han provocado que tengamos un modelo de comunicación política totalmente restrictivo, en donde no queda claro qué pueden hacer los candidatos en cada uno de los procesos electorales, explicó Fernando Dworak, especialista en temas electorales.
Para el experto, una buena reforma sería aquella que permita estructuras horizontales, que obligue a competir a los partidos políticos y permita que la ciudadanía pueda decidir qué candidato juega sucio y quién no.
De acuerdo con Espinosa Silis, el formato de los debates es otro tema que se debe analizar pues realmente no hay un verdadero diálogo con la ciudadanía.
«La gran pregunta es si realmente estamos permitiendo que exista un debate público real en el que participe la sociedad civil y los empresarios para contrastar las propuestas y definir un rumbo de país», dijo el constitucionalista.
Otro ingrediente que hace diferente estas elecciones son las redes sociales las cuales han cambiado el modelo de comunicación y amerita una reflexión al respecto, pues cada vez es más común que los candidatos trasladen lo que ocurren en tierra al plano digital.
Así que legisladores, ya saben, si pretenden modificar las leyes, será mejor que le echen un ojo a lo que los expertos están detectado que está mal y no vuelvan a caer en ocurrencia como las precampañas.