En menos de dos años, el presidente del gobierno de Cataluña, Carles Puigdemont, pasó de ser un completo desconocido a estar al frente del mayor desafío lanzado al Estado español en décadas: el referéndum unilateral de independencia catalán del próximo 1 de octubre.
Pase lo que pase hoy, su nombre quedará a la historia de Cataluña. Filólogo y periodista de profesión, Puigdemont asumió en enero de 2016 la presidencia del gobierno catalán casi por casualidad.
Luego de tres meses de intensas negociaciones, el ex presidente Artur Mas tuvo que dar un paso al costado, presionado por el partido antisistema CUP, para lograr sacar adelante una coalición de gobierno que pueda continuar con el proceso secesionista que él había iniciado.
Así fue que Puigdemont, independentista convencido y alcalde de la ciudad catalana de Gerona, se puso al frente del Ejecutivo regional con la misión de guiar a la región hacia la secesión de España.
«No son tiempos para cobardes ni para los que les tiemblan las piernas. Nos toca asumir responsabilidades», dijo en su discurso de investidura el 10 de enero de 2016.
«Soy consciente de que iniciamos un proceso que no es fácil ni cómodo. Habrá que poner valor y coraje pero no temeridad», agregó entonces, según reprodujo la agencia de noticias DPA.
Fuente: Telam
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