A una semana del inicio de la escalada militar entre Israel e Irán, el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu generó polémica al hablar públicamente sobre lo que llamó su “costo personal” por el conflicto: la postergación de la boda de su hijo Avner.
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El mensaje fue transmitido desde Beersheba, ciudad del sur de Israel donde un hospital fue impactado por un misil iraní. Con el edificio dañado de fondo, Netanyahu comparó la situación con el Blitz nazi en Gran Bretaña durante la Segunda Guerra Mundial, asegurando: “Estamos viviendo un Blitz”.
“Mi familia también paga un precio. Tuvimos que aplazar nuevamente la boda de mi hijo Avner. Su prometida está decepcionada y mi esposa Sara también”, comentó el mandatario, palabras que desataron críticas y burlas en redes sociales por considerarse desconectadas de la realidad que enfrentan muchas familias israelíes.
Entre las reacciones más duras estuvo la de Anat Angrest, madre de Matan, un joven secuestrado desde el 7 de octubre por Hamás, quien respondió en la plataforma X: “Yo he vivido 622 días en el infierno de Gaza, pero también tengo un ‘costo personal’”.
El periodista Amir Tibon también criticó al primer ministro, señalando que “otros líderes que han perdido a sus hijos en combate nunca se atrevieron a hablar de sí mismos. Pero con Netanyahu, ya nada sorprende”.