Juan María Naveja
No era muy difícil descubrirlo, el líder nacional del PAN exhibió a su favorito para la candidatura presidencial, pero no solo eso, confirmó que en su partido los que controlan la estructura ya se acostumbraron a ganar perdiendo, les resulta más redituable personal y económicamente controlar las posiciones en las cámaras, en las regidurías, negociar puestos en el gobierno y en los organismos autónomos.
Para la dirigencia panista el candidato a la presidencia debe ser Santiago Creel y para la jefatura de gobierno Santiago Taboada, a pesar de las ventajas de Xóchitl Gálvez, han llegado al extremo de comprar encuestas para desvirtuar los resultados de las encuestadoras reconocidas.
Hace mucho que el Partido Acción Nacional hizo realidad el lema con el que Felipe Calderón, le ganó en 1996 la presidencia a Ernesto Ruffo, ganar el gobierno sin perder el partido. Cabe recordar que el propio Calderón hizo su buena parte en los dos ámbitos, pero ese es motivo de un análisis aparte.
Hoy están fuera casi todos los expresidentes del CEN de los últimos 35 años, Felipe Calderón, Manuel Espino, Germán Martínez, César Nava, Gustavo Madero, y todo indica que en breve se irá Damián Zepeda.
El control ha quedado, en el CEN y en los comités estatales en unas cuantas manos que deciden las candidaturas, son muchos los que se han ido decepcionados, al parecer el éxodo continuará.
Reveladores los comentarios del senador del grupo plural y exjefe panista, Germán Martínez, en el programa de Radio Fórmula que conduce Ciro Gómez Leyva, tras que el actual presidente blanquiazul anunciara algunas reglas, que a su juicio deberían de cumplir los aspirantes a la candidatura presidencial y que, propios y extraños interpretaron como una clara inclinación a favor de Santiago Creel, de quien Martínez recordó que, Hay que sacar un candidato o una candidata decente. Y luego recordó las operaciones de Creel por Baja California, “Lupita Jones y Baja California, un líder que no haga negocios turbios con Kiko Vega, gobernador de Baja California, que no haga negocios con los diputados de Baja California, un líder decente”, y remató: Si Marco Cortés quiere ser senador que diga que quiere ser senador…
Pero la operación en el PAN no es excepción, por ahí andan los demás partidos, una evidencia se acaba de consumar en Coahuila, donde los dueños del Partido Verde y del Partido del Trabajo negociaron con Morena desconocer a sus candidatos a unas horas de que se cierre la campaña y ¿qué decir del papelazo de Movimiento Ciudadano con eso de Con el PRI ni a la esquina.
Ganar la presidencia desgasta, gobernar desgasta, exhibe, por su historia lo sabe el PRI y por sus dos experiencias lo aprendieron en el PAN; es más redituable el senado, la cámara o una regiduría, o sea que no se trata de ganar porque es más negocio perder. Entre bromas y veras, un veterano político panista exclamaba, No es que quiera, me urge ser diputado.
Se da por hecho que a partir del lunes empezarán las definiciones rumbo al 2024, en el caso de Morena de antemano se sabe que la decisión será del gran elector, quien no necesita de encuestas, él ya sabe a quien prefiere, pero en la oposición prevalece la incertidumbre, hay una decena de aspirantes, con y sin partido, pero ninguno con el arrastre que tuvieron Fox o López Obrador, no hay un indiscutible. Contra lo que muchos opinan hay tiempo suficiente, porque hay un gran porcentaje de ciudadanos inconformes, pero se necesita una propuesta atractiva y de preferencia sin pasado tormentoso o de derrotas vergonzosas, que vaya por una alianza lo más sólida posible.
También será una prueba para los otrora partidos grandes, veremos si sus candidatos responden al momento que vive México o a los intereses de sus dirigentes, algunos perdiendo GANAN.