Gracias por asomarse a la Ventana…
Las opiniones de un actor de muy mediana calidad, quien llamó “pinche india” a Yalitza Aparicio, protagonista de la cinta “Roma”, de Alfonso Cuarón, son dichos infames, vergonzosos, que evidencian la cara del racismo en México…
Quizá el caso sea nimio, como quien lo ha presentado públicamente; pero no por eso deja de ser revelador…
Los mexicanos, unos más, unos menos, llevamos un racista clavado en el alma…
Y lo sacamos a pasear, sobrios o ebrios, sin pena, en cada oportunidad…
Los mestizos mexicanos, sin conciencia, nos sabemos herederos de una doble sangre; la española y la indígena, pero voluntariamente preferimos sentirnos hijos de Cortés; no de Cuauhtémoc…
El racismo implica una idea de superioridad equivocada…
Implica el sobajamiento del otro, sea negro, judío, árabe o chino. O “pinche” indio, pobre, naco, chairo, pachuco, cholo, chundo, payo, chilango o raspa…
Nadie se salva cuando la equivocada idea de la diferencia racial se presenta. Quien discrimina a uno discrimina a todos…
La estúpida idea del valor superior de la propia identidad, no admite distinciones: cuando el racista no puede criticar con argumentos ataca solo con prejuicios…
La discriminación Yalitza Aparicio, “orgullosa de ser indígena mixteca”, o de cualquiera, es un retroceso intelectual, moral, infame, irracional e inadmisible…
Piénselo bien…