De ganar la Presidencia de la República, Andrés Manuel López Obrador se comprometió a ‘congelar’ los precios de las gasolinas durante su mandato. Tal promesa, según expertos, significaría mandar un mensaje equívoco al mercado.
Para Luis Herrera, director general de la Unidad de Petrolíferos de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), los precios tienen que reflejar los costos dado que son una señal para los inversionistas sobre dónde invertir.
“Bajo el régimen de precios administrados nos llevó a una situación en la cual no se reconocen todos los costos”, declaró luego de su participación en el foro ‘Factores clave en costos de gasolina mexicana’.
En ese mismo espacio, el analista de energía de Caraiva y Asociados, Ramsés Pech, dijo que ‘congelar’ los precios regresaría al país a 2014, año en el cual se tenía un precio de combustible topado. “Volver a lo que teníamos representaría que la inversión se fuera a otro país”, explicó.
Roberto Díaz de León, presidente de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) quien también fungió como panelista, comentó que sería complejo regresar a precios administrados.
“Estamos convencidos de que el precio debe ir liberalizándose”, sostuvo.
En la misma línea, Arturo Carranza, asesor en energía del Instituto Nacional de la Administración Pública (INAP), detalló para El Financiero que el objetivo de la reforma energética fue transitar a un mercado libre.
“Congelar los precios mandaría una señal en sentido contrario del avance que ha tenido la reforma energética”, puntualizó.
Sobre las refinerías que AMLO contempla, Carranza indicó que éstas son muy grandes y se tardarían mucho tiempo.
“La necesidad son refinerías para procesar volúmenes pequeños de 50 a 80 mil barriles al día, que se pueden construir en un tiempo muy corto”, finalizó.
Por otra parte, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Juan Pablo Castañón, señaló que ‘congelar’ los precios de las gasolinas es una decisión económica peligrosa, pues después de un tiempo se tendría que descongelar, lo que desencadenaría una burbuja inflacionaria y eso no genera confianza en los inversionistas.
“Eso se financia momentáneamente con los recursos públicos hasta que ya no hay y explota la bomba”, dijo este viernes Castañón en entrevista con Radio Fórmula. “¿Qué sentido tendría si estamos sacrificando la salud, si estamos sacrificando la educación, con tal de mantener el precio de los combustibles?”.
Fuente: El Financiero