En un audio obtenido en exclusiva por El Financiero Bloomberg, el delegado de Tláhuac, Rigoberto Salgado, pidió a los familiares de los desaparecidos no difundir información «de manera irresponsable» que ponga en riesgo a las víctimas.
Familiares de desaparecidos en la delegación Tláhuac en la Ciudad de México habían advertido de la presencia del crimen organizado en esa demarcación un año antes del abatimiento de Felipe de Jesús, “El Ojos”, el pasado jueves.
No obstante, de acuerdo con un audio en poder de El Financiero Bloomberg, el jefe delegacional de Tláhuac, Rigoberto Salgado, les pidió que no manifestaran en público sus demandas pues ponían en riesgo a las víctimas.
“El pliego petitorio está hecho conforme a todas las manifestaciones que han hecho, incluso manifestaron que había desaparecidos, el día de mañana vamos a anotar los nombres”, les dijo al concluir una reunión celebrada el 6 de agosto del 2016, en la explanada delegacional.
“A mí lo que me preocupa es que de una manera un tanto desesperada pero irresponsable, estén manifestando cosas, porque incluso están poniendo en riesgo la integridad de la persona desaparecida”, añadió.
Pocas horas antes de esa reunión, Aurelio Trejo, padre de Josué Rodrigo, un joven mototaxista de 15 años que fue visto por última vez a sólo dos cuadras de la delegación, irrumpió en un mitin del Movimiento de Regeneración Nacional, al que se sumaron los padres de otros jóvenes desaparecidos y asesinados.
Según Trejo, en la manifestación pública, Salgado fue informado sobre la ola de violencia que sufría la demarcación. No obstante, fue Martí Batres, presidente de Morena en la Ciudad de México, quien recibió la carpeta de investigación por el secuestro de su hijo y el asesinato de un joven identificado como Ángel Giovanni.
Ambos casos están relacionados con una casa de seguridad, instalada a dos cuadras y media de la sede delegacional, donde eran concentrados los mototaxistas secuestrados.
“No sé si el señor Martí Batres tapó al delegado, porque nosotros queríamos ver al delegado, y el delegado nunca se apareció. Los que sí aparecieron fueron sus hermanos (Raúl Salgado) y nunca nos dieron respuestas”, dijo Aurelio Trejo quien no volvió a ser recibido por las autoridades delegacionales.
Testimonios compartidos a El Financiero de personas que solicitaron permanecer en el anonimato señalan que el inmueble fue utilizado en múltiples ocasiones para los mismos fines. De hecho, al interior del predio, aún persisten restos de las unidades de mototaxis robadas.
Javier Cortés, compañero en la base donde Josué Rodrigo fue extraído, denunció que hombres los tomaban como pasajeros y los dirigían a su interior. Posteriormente eran retenidos y desaparecidos.
“Decían que los metían en la casa de seguridad que está aquí y ya ahí los empezaban a desvalijar”, denunció el conductor.
Tanto la casa de seguridad, como los puntos de secuestro y los puntos donde fueron encontrados al menos dos cuerpos asesinados, se ubican en un radio menor a los 500 metros de la delegación que encabeza Rigoberto Salgado.
Los padres de las víctimas aseguran que en las cámaras de seguridad instaladas por el gobierno capitalino así como las del sistema C4, los videos han sido borrados justo en las horas exactas en que se cometieron los crímenes.
Según líderes en el gremio de mototaxistas, en la delegación Tláhuac existen aproximadamente 15 mil unidades motorizadas, “bicitaxis” y “golfitaxis” tolerados por la delegación. De ellos, al menos un tercio son señalados como “piratas”.
Ana María Pérez, representante de la organización Mujeres Trabajando A.C. y quien controla la base que se ubica afuera del metro Zapotitlán, la ausencia de regulación este tipo de transporte pudo haber producido que varios de ellos se hayan afiliado con Felipe de Jesús Pérez.
“No acabar el proceso de regularización ha llevado al crecimiento que tenemos, hoy en día somos alrededor de 15 mil mototaxis, un aproximado de 10 mil dentro de organizaciones y el resto irregulares”, dijo en entrevista.
Pérez culpó a la delegación y a la Secretaría de Movilidad y Vivienda por la falta de regulación que pudo haber alimentado a la red de narcomenudeo de ‘El Ojos’, como sostienen las autoridades capitalinas.
“Hace un rato usted seguro vio que había mototaxis negros e incluso amarillos que no traen ningún rótulo, a esas personas, nadie las puede controlar, no sabemos ni cómo se llaman ni quiénes son… nada”, finalizó.
Fuente: El Financiero
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