Una expresión de tristeza al bajar de un avión privado en Boca Ratón, Florida, mostraban el trauma vivido por la cantante luego de que un joven de 22 años hiciera explotar una bomba en la Manchester Arena, al término de un concierto, matando a 22 personas e hiriendo a muchas más.

La actriz y cantante lucía huellas de haber llorado y se notaba desanimada al regresar a Estados Unidos, donde la esperaba su novio para confortarla y darle un beso, además de saludar a Joan, la madre de Ariana, antes de subir a una camioneta que la llevara a la casa de su familia, en una comunidad cercana.

La residencia de Joan se encontraba rodeada de patrullas de la policía como parte de un fuerte dispositivo de seguridad a raíz del atentado. La mujer es conocida por haber ayudado a varias asistentes al concierto a esconderse, en lugar de dejarse llevar por el pánico.

Hasta el momento Ariana  no ha realizado alguna declaración pública sobre el ataque.

Fuente: Staff