El politólogo italiano Giovanni Sartori murió el lunes a la edad de 92 años por complicaciones respiratorias, anunció hoy Luciano Fontana, director del diario Corriere della Sera, del que era editorialista.
Sartori inventó los términos “Mattarellum” y “Porcellum”, usados comúnmente en Italia para describir las leyes electorales que se sucedieron a partir de los años noventa del siglo XX y por el análisis del fenómeno del berlusconismo, al que bautizó como el “sultanato”.
Nacido en Florencia el 13 de mayo de 1924, Sartori contaba que leyó los mayores clásicos de la filosofía moderna durante la guerra, en el periodo en el que estuvo escondido para escapar de la llamada a las armas hecha por la república fascista de Saló.
En 1946 obtuvo la licenciatura en Ciencias Políticas en su ciudad natal y desde los años 50 enseñó en diversas universidades del mundo.
Actualmente era todavía profesor emérito Albert Schweitzer en Humanidades en la Columbia University de Nueva York y profesor emérito de la Universidad de Florencia.
Era considerado uno de los principales autores en el campo de la Teoría de la Democracia, de los sistemas de partidos y de la ingeniería constitucional.
Recibió decenas de condecoraciones y reconocimientos en todo el mundo.
En 2015 el gobierno de México le otorgó la condecoración de la Orden Mexicana del Águila Azteca en una ceremonia en Roma, Italia.
También realizó diversos estudios sobre el sistema político mexicano y sobre los partidos políticos del país latinoamericano, las elecciones y la evolución de la democracia mexicana.
Casado en primeras nupcias con la noble italiana Giovanna di San Giuliano, en octubre de 2013 se unió a la artista Isabella Gherardi, mucho más joven que él.
Entre sus últimas obras estuvieron “Ensayo sobre la sociedad multiétnica” (2000), “Elementos de teoría política” (2002), “Mala tempora” (2004), “Homo videns. Televisión y postpensamiento” (2007), “La democracia en 30 lecciones” (2008), “El sultanato” (2009), “El país de las avestruces” (2011) o “Lógica, método y lenguaje en las ciencias sociales” (2011).
Cuestionado en alguna ocasión sobre la presunta “altivez” que le atribuían sus críticos, Sartori respondió que “algunos personajes son unos pigmeos, por lo que es inevitable mirarlos de arriba hacia abajo”.
Fuente: Crónica