Nadie sabe cuánto costará la ceremonia de asunción de Donald Trump, un tradicional acto de investidura que arrancará al mediodía del 20 de enero con la jura del presidente y su vice, y terminará a altas horas de la noche con al menos una gran gala. Lo cierto es que para los gastos de ocasión, el Comité de Investidura Presidencial ya recaudó 90 millones de dólares y sigue recaudando.
Ocurre que la investidura de un presidente en Estados Unidos requiere rendir un juramento de 35 palabras, nada más. Pero el glamour y los festejos que la rodean son caros, muy caros.
El Comité de Investidura Presidencial ha recaudado más de 90 millones de dólares en donaciones privadas, una cifra récord y muy superior a la de las dos juramentaciones de Barack Obama. Sus comités recaudaron 55 millones de dólares en 2009 y 43 millones en 2013.
Pero si bien ha recaudado más dinero para su investidura que cualquier otro presidente norteamericano en la historia, Trump piensa gastar menos.
El jefe de planificación Tom Barrack dijo que el equipo de Trump quiere evitar una «atmósfera circense» y prefiere una actitud de «manos a la obra» que rodee a Trump «con la suave sensualidad del lugar».
El comité de Trump no ha querido revelar detalles de cómo piensa gastar sus arcas abultadas. Steve Kerrigan, que presidió el comité de Obama en 2013, dijo que la recaudación de 90 millones de dólares le parece un exceso.
«No puedo imaginar en qué van a gastar tanto dinero ni por qué siguen recaudando», dijo. «Nosotros planificamos las dos investiduras más grandes de la historia de nuestro país y lo que gastamos ni se aproxima a esto».
Trump prometió un «día muy, muy elegante» con «enormes multitudes». Estas se encontrarán con una fiesta con mucha menor participación que la de Obama.
Trump prevé tres galas inaugurales; Obama tuvo 10 en la primera. El equipo Trump espera reducir el desfile a 90 minutos. El más largo, con 73 bandas y 59 carrozas y que duró más de cuatro horas y media, fue el de la primera juramentación de Dwight Eisenhower en 1953.
El equipo del presidente electo no ha podido atraer a los artistas de primera línea que engalanaron las de Obama. El cartel de Trump es encabezado por la cantante juvenil Jackie Evancho, el Coro del Tabernáculo Mormón y las Rockettes de Radio City.
El vocero Boris Epshteyn dijo que el comité está «plenamente concentrado en organizar eventos de categoría mundial que rindan homenaje a la tremenda historia de nuestra nación y alcancen a todos los rincones del globo». El dinero excedente será donado a obras de bien.
Fuente: Clarín