Brújula
Ana Paula Ordorica
Bajo este hashtag #RenunciaYa ciudadanos han invitado a una marcha contra el presidente Peña Nieto pidiendo que deje el poder ejecutivo.
Las razones: el rechazo a la invitación de Donald Trump a México; el tema de La Casa Blanca y el departamento de Miami de Angélica Rivera; las matanzas de Ayotzinapa, Tlatlaya, Nochixtlán y Apatzingán y la caída en el precio del petróleo y la subida del dólar.
No son pocas razones ni dejan dudas sobre el porque del malestar ciudadano. Le han llamado una asamblea destituyente y pidieron reunirse a las 5pm en el Ángel de la Independencia y en otros puntos céntricos de las principales ciudades del país.
Al momento de escribir estas líneas desconozco si a las marchas llegaron millones o menos de mil, como pronosticó la Secretaria de Gobierno de la CDMX, Patricia Mercado. Interesante será saber si los usuarios de las redes sociales se movilizan más allá de abrir sus cuentas de twitter y Facebook para reclamar y en efecto van a la calle. Pero independientemente del número de personas, la iniciativa en sí es motivo de preocupación.
Una iniciativa que algunos han querido minimizar diciendo que es producto de la virulencia que hay en las redes sociales, lo cual es cierto, pero no por ello se puede ignorar o menospreciar. Porque entre quienes se han sumado hay figuras que tienen muchos seguidores en distintos ámbitos de la vida nacional.
Están desde el cineasta Gael García Bernal, periodistas como Jenaro Villamil, organizaciones como Artículo 19 que se dedicaron a dar consejos para romper el miedo y participar de forma segura en la marcha con el hashtag #RompeElMiedo anticipando represión gubernamental hacia los asistentes.
También es preocupante porque legalmente no existe la figura de la revocación de mandato así que podemos conocer el arranque de esta petición ciudadana pero no su desenlace. Anotábamos en este espacio hace unos días el caso brasileño que hoy tiene sumido al país en una crisis política, económica y social y cuyo presidente sustituto, Michel Temer, que llegó tras el proceso por sacar a Dilma Rousseff de la presidencia, tampoco ha dejado contentos a gran parte de los ciudadanos quienes siguen en las calles pidiendo ahora su renuncia.
¿Qué garantía tenemos de que quien llegue al poder de salir Peña Nieto de forma anticipada va a hacer las cosas mejor? Y ¿a qué precio?
La ‘cárcel’ del presidencialismo mexicano que obliga a quien llega a Los Pinos a ocupar el cargo por seis años y no más es el marco legal que existe y nos rige actualmente. Si sentimos que esto no nos está generando liderazgos positivos, habrá que cambiarlo.
Ahí está, por ejemplo, la propuesta de la segunda vuelta, para que quien llegue lo haga con un mayor porcentaje de las preferencias, 50 por ciento o más, y no con el actual 30s por ciento.
Una de tantas medidas institucionales que se han puesto en la mesa para lograr mejores liderazgos que se traduzca en mejor gobierno para los mexicanos.
@AnaPOrdorica