Apodado «Louisville Lip», Cassius Marcellus Clay, Jr., mejor conocido como Mohamed Ali nació en Louisville, Kentucky, el 17 de enero de 1942. Hasta la fecha, es considerado el mejor boxeador de todos los tiempos por su estilo escurridizo y por los potentes golpes que conectaba.
Su carrera profesional la inició al conseguir la Medalla de Oro en las Olimpíadas de Roma, en 1960, en la categoría de los semipesados.
Para 1964 logró su título más importante, el de los pesos pesados a costa de Sony Liston.
Se ganó el apodo de «Louisville Lip» (el bocón de Louisville) por hablar sin trabas, exponer sus ideas sin miedo, hablar con lo primero que se le viene a la cabeza, siempre defendiendo su postura política y religiosa.
Abiertamente se dijo creyente del Islam y rechazó sumarse a las fuerzas armadas durante la guerra de Vietnam.
Este desafío le costó el título, aquel que no pudieron quitarle sus contrincantes; asimismo hubo propaganda negra contra él y le costó ir a parar a prisión.
Tras salir de la cárcel, volvió al ring y recuperó su título al vencer en 1974 a George Foreman.
En 1980 disputó su último combate, en el que fue derrotado.
Este viernes 3 de junio, falleció por problemas respiratorios en un hospital en Arizona a la edad de 74 años.
Fuente: La Razón