Colaboraciòn de Francisco Fonseca Notario
Ha destacado como trendig topic (tema de tendencia o tema del momento) el de los paraísos fiscales, de acuerdo a lo publicado en diversos diarios del mundo bajo el nombre de Panamá Papers.
Pero, ¿qué es un paraíso fiscal?
Un paraíso o refugio fiscal es un territorio que aplica un régimen de impuestos favorable a los ciudadanos y empresas no residentes, que se domicilien a efectos legales en el mismo. Típicamente estas ventajas consisten en una exención total o una reducción muy significativa en el pago de los principales impuestos, así como el secreto bancario.
Una característica de un paraíso fiscal es que en el mismo suelen convivir dos regímenes fiscales diferenciados y legalmente separados. Por un lado, el que afecta a los residentes y empresas locales, los cuales están sujetos al pago de impuestos como en cualquier otro país y, por el otro, el de los no residentes, que gozan de ventajas fiscales y suelen tener prohibida cualquier actividad económica o de inversión dentro de su territorio.
Otro rasgo típico de un paraíso fiscal suele ser la existencia de estrictas leyes de secreto bancario y de protección de datos personales. Es habitual que los datos de accionistas y directores de empresas no figuren en registros públicos, sino que se encuentren bajo la custodia de su representante legal, el llamado agente residente.
Según el Fondo Monetario Internacional, estos países generalmente muy pequeños en extensión y población, consiguieron acumular en el año 2009 un cuarto de la riqueza privada de todo el mundo.
Se les acusa de cobijar a evasores de impuestos, terroristas y narcotraficantes que esconden sus identidades tras sociedades secretas (offshore), cuentas numeradas, directores fiduciarios, fundaciones, trusts o acciones al portador.
El pasado domingo 3 de abril, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) informó que inició una investigación sobre el tema que lo ha llevado a conocer detalles muy importantes, públicos y fiscales, de las finanzas escondidas en Panamá, investigación que se conoce como Panamá Papers.
ICIJ es una red mundial fundada en 1997 y conformada por más de 190 periodistas en más de 65 países. ICIJ se inició como un periodismo de vigilancia e investigación, centrándose en temas especializados, por ejemplo, la delincuencia transfronteriza, la corrupción, y la rendición de cuentas del poder. Cuenta con especialistas de información, por expertos en registros públicos, verificadores y abogados, reporteros y editores que proporcionan los recursos en tiempo real y herramientas con tecnología de última generación y técnicas para periodistas en los 5 continentes.
Ese domingo, el ICIJ publicó artículos basados en la filtración de 11 millones 500 mil documentos pertenecientes a la firma legal Mossack Fonseca, un bufete de abogados de Panamá que asesoró a algunas de las personas más ricas del mundo, incluyendo a políticos, deportistas y grandes hombres de negocios, para que establecieran cuentas bancarias en el extranjero. El presidente de este bufete es Ramón Fonseca Mora, al parecer, ministro consejero del presidente de Panamá Juan Carlos Varela.
Durante la investigación periodística se filtraron documentos de los últimos 40 años. La gran cantidad de archivos investigados permitió comprobar que la actividad principal de Mossack Fonseca es la creación de empresas de papel. Son sociedades hechas a medida para sus clientes; en muchas ocasiones políticos corruptos, defraudadores o narcotraficantes.
Como ejemplo, Mossack Fonseca creó sociedades para una empresa que presidía la guatemalteca Marllory Chacón Rossell, quien posteriormente fue identificada como la más activa lavadora de dinero en su país y líder de una célula del cartel de Sinaloa.
Se informa también de cuentas en el extranjero a nombre de más de 140 políticos y funcionarios públicos, entre ellos una docena de actuales líderes mundiales y algunos influyentes dirigentes retirados, dirigentes deportivos y deportistas.
De entre todos ellos destacan: Mauricio Macri, Presidente de Argentina; Sigmundur Davíð Gunnlaugsson, Primer Ministro de Islandia; Salman, Rey de Saudi Arabia; Petro Poroshenko, Presidente de Ukrania.
De México, Juan Armando Hinojosa y Ricardo Salinas Pliego, empresarios.
Futbolistas: Eugenio Figueredo, de la CONMEBOL y Vicepresidente del Comité de Ética de la FIFA, Hugo y Mariano Jinkis, Juan Pedro Damiani, Michel Platini, Jérôme Valcke, Lionel Messi, Iván Zamorano, Darko Kovacevic, Nihat Kahveci, Sander Westerveld, Tayfun Korkut, Valeri Karpin, Gabriel Schürrer y Mattias Asper, Miguel Fuentes, Juan Larzábal, Iñaki Badiola, Gabriel Iván Heinze, Leonardo Ulloa.
Otros notables:
Vinod Adani, de Adani Group, Pedro Almodóvar y su hermano Agustín Almodóvar Caballero, el actor Jackie Chan, Franco Dragone, el golfista Nick Faldo, Kojo Annan, hijo del anterior Secretario General de la ONU Kofi Annan, la hermana mayor del rey Don Juan Carlos I, Doña Pilar de Borbón, etc.
Volviendo a los paraísos fiscales, se sabe que son decenas y decenas los países y lugares en los cuales se evaden impuestos, se lava dinero y se corrompe. Los principales son: Andorra, Antigua y Barbuda, Aruba, Austria, Liechtenstein, Bahamas, Luxemburgo, Bahrein, Macao, Barbados, Islas Maldivas, Belice, Malta, Bermudas, Islas Marshall, Islas Vírgenes Británicas, Mónaco, Islas Caimán, Antillas Neerlandesas, Panamá, Dominica, Samoa, San Marino, Islas Seychelles, Grenada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, Hong Kong, Suiza, Islas Turcas y Caicos, Emiratos Árabes Unidos, Isla de Man, Islas Vírgenes Norteamericanas, Italia, Vanuatu, etc.
Como sucede en la mayoría de los ámbitos de la sociedad, los países pobres son los más vulnerables ante estas situaciones. Una razón es porque sólo las elites adineradas pueden eludir sus obligaciones impositivas. Estas personas y empresas multinacionales siempre encuentran la manera de obtener beneficios y ventajas competitivas. Además, el secreto bancario facilita el lavado de dinero de hechos corruptos, de venta ilegal u otros delitos. Y, por supuesto, estas acciones contribuyen a aumentar la crisis financiera y a destruir el empleo y la producción en los países pobres.
La existencia de paraísos fiscales y la evasión de impuestos en regiones ricas y pobres imposibilitan la recaudación impositiva, dinero que podría utilizarse para fines sociales y para el crecimiento y desarrollo económico de estos países.