Aunque la corrupción es considerada el factor más problemático para hacer negocios en México, 15% de las pequeñas y medianas empresas (pymes) admiten que les ha beneficiado, según datos del estudio El efecto de la corrupción en emprendedores y mipymes, de la Secretaría de Economía (SE) y el instituto Nacional del Emprendedor (Inadem).
El estudio hecho por ambas dependencias cita a algunos autores como Nathaniel Leff y Samuel Huntington, quienes indican que ciertos niveles de corrupción son aceptables.
“Los llamados ‘apologistas de la corrupción’ (término utilizado por Daniel Kaufman) opinan que el soborno, en la medida en que genera procesos rápidos y costos más eficientes, contribuye al crecimiento económico y, por tanto, no genera consecuencias nocivas”, destaca el estudio.
Sin embargo, explica el documento, la idea de que el soborno es eficiente presume que ambas partes cumplirán con el acuerdo, lo que no siempre ocurre.
“El soborno representa un mal uso de los recursos que, en lugar de insertarse en la economía para el bien público, se desvían para un beneficio privado. Por último, la corrupción casi siempre incrementa la demanda de la corrupción (tanto por parte de los servidores públicos como de las empresas), lo que niega cualquier posible efecto facilitador y propicia más corrupción.”
Y aunque este problema es significativo para los negocios, 5 de cada 10 empresas en México no cuentan con un programa antisoborno o contra la corrupción por escrito, así lo informó un estudio elaborado por la firma consultora KPMG.
Problema sin fin
A nivel nacional, entre 5.8% y 10% de las pymes encuentra corrupción en su interacción con dependencias de gobierno claves para el emprendimiento, destaca el estudio El efecto de la corrupción en emprendedores y mipymes.
Asimismo, la corrupción es más frecuente en los estados del sur y en las instancias municipales y locales.
“El sector de mipymes más afectado por la corrupción es el industrial, seguido por el comercial. El sector industrial podría ser el más afectado al requerir más permisos para operar, además de que, por su mayor escala, es probable que cuenten con menos opciones de salida o reubicación que les permitan evadir la corrupción”, señala el estudio.
La razón más común por la que se generan las condiciones para el soborno es acelerar un trámite, seguido para ser beneficiario de un programa de gobierno.
Un dato grave de los efectos de la corrupción en el país es que 55% de los emprendedores consideran que la corrupción ha perjudicado a su empresa o negocio.
El pasado 18 de marzo, el presidente Enrique Peña Nieto dijo en un acto de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) que la corrupción no sólo existe en el sector público, sino que también se practica en la iniciativa privada.
¿Existe una solución?
El costo global de la corrupción es de 2.6 billones (millones de millones) de dólares, o más de 5% del PIB mundial. El costo de la corrupción en México asciende a 1.5 billones de pesos, y en cuanto al costo cubierto por las empresas se estima que gastan al menos 15% de sus ingresos totales en mordidas, destaca el estudio de la SE y el Inadem.
Para evitar esa pérdida de capital existen iniciativas tanto privadas como del gobierno para frenar la corrupción: los más recientes son el Sistema Nacional Anticorrupción y la iniciativa de #Ley3de3 del Imco.
En abril de 2015, el Senado de la República aprobó en lo general, con 97 votos a favor, el dictamen que establece el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) para prevenir, detectar y sancionar hechos relacionados con la corrupción.
La iniciativa Ley 3de3 o candidato transparente nació hace un año y busca reconstruir la confianza ciudadana a través del compromiso y transformación de la clase política en nuestro país. Los candidatos son invitados, en un reto, a presentar su declaración patrimonial, de intereses y fiscal.
Fuente: Forbes