Colaboración de Carlos Urdiales
Al tiempo que el ex líder priista y ex gobernador de Coahuila, recogía su pasaporte en la Audiencia Nacional de España, aquí en México el maestro ingresaba a la nómina de jubilados de la SEP con el 100 por ciento de su sueldo luego de 30 años y 15 días de servicio (27 años como “comisionado”), con una pensión de 37 mil 128 pesos mensuales. El profesor está de regreso, jubilado más no retirado.
La fiscalía española consiguió la aprehensión de Humberto Moreira el 15 de enero, sin embargo, el ministerio público de Madrid falló al documentar el caso, no probó lavado de dinero ni uso de recursos de procedencia ilícita, ni en México ni en España. Una investigación mayor por parte de la justicia estadounidense tampoco, no aportó pruebas o nuevas hipótesis y pesquisas, total, nada.
El Juez de la Audiencia española desestimó el caso y ordenó la libertad condicionada por un par de días, ahora ya plena y absoluta. La fiscalía no apeló la decisión del magistrado. Humberto Moreira de vuelta en el país, ya con su familia en Cuernavaca, Morelos, dice que todo este asunto manchó su honor, que más adelante actuará y asegura que continuará en la política activa, sin definir con precisión cómo, pero de que estará, no le queda duda.
Moreira se dijo en plena disposición de colaborar con lo que pidan la Fiscalía de España y el juez Santiago Pedraz. Explicó que las autoridades españolas están investigando a otras personas y que es posible que lo llamen para declarar como testigo. Adelantó que el 2 de marzo podría cerrarse su caso, su defensa demostró que tres de los cuatro delitos que se le imputaban estaban sobreseídos y que, del cuarto delito, blanqueo de capitales, también fue exonerado.
En 2013 la revista Forbes señaló a Humberto Moreira como una de las 10 personas más corruptas de México. Igual lo hizo con la ex vocera presidencial Alejandra Sota. Ranking editorial que ocasionó revuelo mediático, pero sin asidero judicial. Calumnia que algo queda, dirán. Cuando personajes públicos son expuestos así, el linchamiento social de redes y ciber-activistas es fulminante, lapidario.
En contraste, la exoneración legal y la falta de pruebas corroborando lo dicho o publicado, ya no es nota, no tiene la misma amplitud en su difusión. El apetito justiciero de buena parte de la sociedad queda ayuno de cárcel, de castigo ejemplar, de escarmiento que no llega a donde uno se imagina, o quisiera que llegara. Fobias y filias en su máxima expresión.
Humberto Moreira afirmó que la mayor infamia fue relacionarlo con “Los Zetas” porque ellos, asesinaron a su hijo. El ex gobernador de Coahuila dijo que sus empresas Unipolares y Espectaculares del Norte y Negocios, asesoría y publicidad, seguirán operando, son sociedades que pagan impuestos.