Acabado el mes de enero, lleno de promesas incumplidas de dejar de fumar, ir al gimnasio o, al menos, intentar comer más sano, llega el momento de fijarnos en nuevas dietas que nos ayuden a sentirnos mejor.
Nuestro organismo ya tiene mecanismos para eliminar sustancias de desecho;Una de las que más ha alcanzado a la población estos meses tiene que ver con los alimentos detox, es decir, aquellos que nos ayudan a depurar las toxinas que acumulamos en el organismo. Los alimentos que supuestamente nos ayudan a ese proceso son, según la nutricionista y ‘coach’ de salud Carla Zaplana, «los vegetales, sobre todo los de hojas verdes».
Para muchos, los que tuvieron el trauma infantil de no tomarse las verduras a la hora de comer, masticar esas hojas puede ser un suplicio. Por este motivo se inventaron los batidos ‘detox’, aquellos en los que, en solo un vaso, pueden contener más vegetales de los que tomamos habitualmente en un día.
Según Zaplana «el efecto de estos batidos es depurativo». Pero muchos otros expertos no opinan lo mismo. Francisco Celdrán presidente del Colegio de Dietistas-Nutricionistas de Murcia (CODINMUR), advierte sobre el mal uso que le podemos dar a estos zumos: «Cualquier cosa que vaya acompañado de la palabra ‘detox’ busca entre sus objetivos depurar y aprovechar ese efecto para perder peso, pero en realidad no hace falta.
Nuestro organismo tiene mecanismos para eliminar sustancias de desecho». Evidentemente, las verduras y los vegetales (de los que se recomienda tomar entre 2 y 3 raciones al día en una dieta equilibrada) son buenos, pero Celdrán asegura que, «teniendo el organismo (en especial el hígado y el riñón, que son los que hacen la desintoxicación) en buen estado, no es necesario ninguna propiedad de este tipo».
Las consecuencias de un mal hábito alimentario Tanto Zaplana como Celdrán coinciden en que estos batidos tienen que servir como un plato más de la dieta, nunca como el único alimento. La primera aboga por » la alimentación más natural posible, del campo a la mesa», y opina que hay que añadir productos proteínicos como semillas y otras proteínas vegetales: «es mejor que ir a un McDonals», remata.
Celdrán considera que un batido verde «podría ser un primer plato perfectamente», pero hay que añadir alimentos protéicos, hidrocarbonatados, con una cantidad de grasas no muy excesiva, pero suficiente. El exceso de líquidos también puede ser malo si nos basamos en esta dieta: «Las recomendaciones de líquidos están en torno a un mililítro por caloría que necesitemos al día», recuerda Celdrán. De esta manera, un adulto medio, que necesite 2.000 calorías al día necesitará 2 litros de agua, que puede conseguirse bebiendo o con el propio agua que llevan los alimentos. «Si nos pasamos, podemos tener algunos problemas en el organismo, como por ejemplo la pérdida de minerales por el exceso de secreción urinaria».
¿Qué consecuencias indirectas puede tener basarse en estos batidos para nuestra alimentación? El dietista lo tiene claro: «Si el paciente cree que está haciendo las cosas bien cuando está llevando un mal hábito alimentario, afecta a la persona y a su entorno. Si los padres abusan de este tipo de dietas, los niños lo verán y acabarán por tener ese mal hábito. Se dice que todo en exceso es malo, y las ‘dietas milagro’ tampoco escapan al refrán. Podemos disfrutar de un buen batido (ya sea verde o de chocolate, que un dulce a nadie le amarga), pero siempre con moderación.
Fuente: 20 Minutos