Colaboración de Rodrigo Navarro
Ha comenzado el día de hoy la cumbre global del planeta para Cambio Climático, CC. La mayoría de los 150 jefes de estado inscritos, de 195 que acudieron al llamado de la ONU y que representan el 90% de las emisiones globales, estuvieron presentes y se espera que se alcance el primer acuerdo global sobre CC. El 2015 es ya el año más caliente desde que se han tomado mediciones (1979).
“Represento al segundo país más contaminador (el primero es China) y debemos asumir nuestras responsabilidades”, dijo en su discurso Barack Obama presidente de EU. La canciller Alemana Ángela Merkel expresó que “ya hemos contaminado mucho”. El presidente Chino, Xi Jinping “debemos avanzar hacia una economía verde”. Esta cumbre es considerada el final de la economía sustentada por combustibles fósiles, el final de la era petrolera (y nosotros ahora sí vamos a convertirnos en una verdadera potencia petrolera, sic).
Visto desde esta perspectiva el discurso del presidente Peña Nieto en la reunión es incongruente: “Asumamos el reto, seamos la generación que tomó las decisiones necesarias para consolidar el desarrollo sostenible”. Su gobierno tiene el desarrollo sostenible subordinado al económico y la economía del país depende del petróleo causante del CC. Discurso demagógico y falto de compromisos concretos.
Mientras estaba en una conferencia de prensa, el evento es gigantesco además del Foro principal en donde se lleva a cabo el evento de los líderes hay muchos foros alternos, Evo Morales presidente boliviano de origen indígena, fue cuestionado sobre un comunicado de los pueblos indígenas. Expresó “estar de acuerdo en que el convenio a lograr es una simulación y afectará a la madre Tierra y en especial a los más pobres, a los pueblos indígenas”.
Del bloque bolivariano el presidente de Ecuador, Rafael Correa ha dicho en su discurso que “el crecimiento económico ilimitado es imposible. Un habitante de los países ricos emite 38 veces más que uno de los pobres”. El presidente Hollande anfitrión junto a Laurent Fabius presidente de COP21, expresó “estamos ante el abismo”.
La presidenta de las islas Mauritius Ameenah Gurib-Fakim, un estado que desaparecerá (como nuestra isla) si la temperatura del planeta aumenta dos grados, dijo que “el CC es un problema global que se soluciona con acciones locales. Se requiere un acuerdo que no logre globalizar la indiferencia”.
En la parte política el presidente de Rusia Vladimir Putin, que ha sido el único que al comenzar su discurso no dio a Francia sus condolencias por los atentados terroristas, dijo que su país ha hecho la tarea en relación al CC y que el problema ha sido los efectos económicos perversos de las economías de los países industrializados.
Ban Ki Moon por nueve años secretario general de la ONU escribió ha llegado la hora del sentido común, el compromiso y el consenso.
El borrador del convenio logrado hace unas semanas en Bonn, Alemania tiene compromisos y estrategias para llegar al fin de siglo con 3 grados Celsius de aumento en la temperatura global. “No es suficiente”, dijo el secretario general de la ONU, “necesitamos lograr un acuerdo que mantenga a la temperatura global por debajo de los dos grados. No lo lograremos de un día a otro. París debe ser el punto de inflexión hacia un futuro de bajas emisiones y resilente al clima”.
En todo el mundo las acciones para enfrentar el CC son cada vez más frecuentes entre empresas, sociedad civil, niños, personas comunes y corrientes. Ahora la pelota está en la cancha de los gobiernos para lograr un acuerdo jurídicamente vinculante. ¿Y si no hay acuerdo?
Escribía hace 15 días que los republicanos vetaran en el congreso un acuerdo vinculante, así que Obama ha estado cabildeando porque esto no suceda. Los americanos desde la época de Kennedy quien recibió el primer reporte sobre CC, planearon la reconversión hacia energías limpias hasta el 2030. Y la economía del petróleo empuja fuerte hacia allá. Los costos serán muy altos para todos. El mundo y los líderes claman porque algo visto hace seis años como una derrota en COP15 en Copenhague, un aumento menor a dos grados se lleve a cabo. Llevamos 30 años de discursos e inacción.
La semana pasada escribí sobre 10 especies emblemáticas, sin embargo son 23 mil especies en peligro de desaparecer por la acción del hombre sobre el planeta.
Lo supimos desde entonces. Ahora esta es nuestra realidad pasamos de la posibilidad de darle un respiro al planeta a la posibilidad de no arruinar por completo el futuro de nuestros nietos. Obama lo dijo “aceptar este desafío no es una victoria, se va a medir en el sufrimiento evitado a nuestros nietos”.
La logística en esta ocasión fue diferente. Primero la reunión de los líderes, después la discusión de los acuerdos durante 13 días por los ministros para lograr el acuerdo final. En las anteriores ocasiones hacerlo al revés dio al traste con las negociaciones. La presidencia de COP que recae en el ministro francés, piensa que es una buena estrategia.
Hay cuatro puntos esenciales para el acuerdo: durabilidad, flexibilidad, solidaridad y credibilidad. Primero debe proporciones un largo plazo para mantener la meta menor a dos grados. Flexibilidad para irlo negociando y adaptarlo a las necesidades, a los cambios. Solidaridad en la transferencia de tecnología y apoyo económico (el otro gran punto a discutir en la reunión, quiénes y cuánto apoyaran en este rubro 100 mil millones de dólares anuales a partir de 2020) hacia las economías débiles.
Y sobre todo credibilidad. Las repercusiones del CC aumentan rápidamente, día con día. Se necesitan acuerdos sólidos, transparentes y vinculantes (tres ejemplos: el no compromiso real de EU, las mentiras de VW y de China sobre emisiones) para que la economía y desarrollo del mundo apunte hacia un verdadero desarrollo sustentable.
Kyoto mostró que un acuerdo vinculante es muy efectivo. Vinculó a 37 países, 28 de ellos pertenecientes a la unión Europea que bajaron sus emisiones 22% respecto a 1990. EU no participó. Las metas de México no son vinculantes al ser una economía emergente y las fijo para 2030 (25% respecto a su propia tendencia)
La prensa ha puesto mucho énfasis en los discursos de Obama, Merkel, Putin, Moon, Hollande, Jiping incluso su contraparte bolivariana.
Esta mañana (la tarde en París) he escuchado vía webcast los discursos de los países africanos e insulares que serán los más afectados junto al nuestro (que es un contaminador medio), por los efectos de CC y son quienes menos contaminan mencionar sobre todo el aspecto social: hambrunas, migraciones, guerras, etc.
El efecto del CC sobre los desposeídos a quienes iba dirigida la encíclica del Papa Francisco. Tenemos la responsabilidad moral de actuar de manera solidaria con los más pobres y desposeídos, escribió el pontífice.
Terminamos el curso Embajadores del Arrecife de Ocean Futures Society, OFS la fundación de Jean Michel Cousteau (quien el día 5 de Diciembre llega a París a participar en COP21) y reflexioné sobre esto con 600 niños entre 12 y 13 años.
Los gobiernos tienen sus propios compromisos e intereses que la mayoría de las veces no coinciden con los nuestros. Obama dijo en su discurso, por fin hemos decidido salvar al planeta. Yo le preguntaría ¿qué clase de planeta le quiere dejar a sus nietos? a los que se refirió en su discurso.
Son nuestras propias acciones las que marcaran una pauta para un futuro mejor y prometedor. Podemos hacerlo y vendernos una perspectiva futura más venturosa que la que quieren imponernos. Salvo su mejor opinión querido lector.