Colaboración de Juan María Naveja
Margarita Zavala muestra los resultados de su experiencia política y seis años en Los Pinos.
Se quedó atrás la aparente prudencia, las palabras indecisas. Margarita Zavala, dijo lo justo: Felipe Calderón no estará en su cuarto de guerra, por lo tanto no será su coordinador de campaña. Obviamente el ex presidente será, sin duda, su principal asesor ex oficio, porque en cuanta entrevista que ha concedido Felipe no ha dudado en decir que su esposa es la mejor opción para el 2018.
La entrevista que concede Margarita en la revista Vanity Fair muestra una aspirante diferente, inclusive ajena a la imagen de primera dama que conocíamos, un vestuario renovado, maquillaje impecable, pero lo más importante, un discurso como el que le caracteriza: directo, articulado, con posiciones claras e inteligentes.
Se quedaron atrás los supuestos, las palabras a medias; no se refugió en la “tablita de salvación” que pudiera significar una candidatura independiente. Dijo decidida que va por el PAN.
Sin ignorarlo, dejemos de lado la encuesta o careo que difundió Federico Arreola en SDP que ya la ubica como puntera, porque en todo caso la mayoría de las encuestas del último año la han señalado como segunda en las intenciones de voto.
Margarita Zavala ya había expresado desde hace tiempo que buscaría contender por la Presidencia de la República; de hecho, intentó hacerlo desde la Presidencia del Partido Acción Nacional, luego desde la Cámara de Diputados. En ambos casos hubiera tenido una plataforma con mayor exhibición, una forma de contrarrestar las innegables ventajas que ya tiene Andrés Manuel López Obrador con todos los tiempos en radio y televisión de su partido; sin embargo, se topó con los maderistas que le cerraron el paso con buenas y malas artes.
Sobre su marido sería ingenuo suponer que no tendrá un papel protagónico. ¿Habrá quien crea que Bill Clinton ha estado ajeno a las campañas de Hillary? Qué va, han sido un binomio desde sus tiempos de estudiantes, seguidos por los de Arkansas; algo similar entre Felipe y Margarita desde la Libre de Derecho y las juventudes panistas y a la larga un asesor de lujo porque el ex mandatario es un auténtico animal político.
Hay que decirlo: esta vez López Obrador juega por nota, trata de no equivocarse. Luego de los dos descalabros sufridos, pareciera que sabe exactamente qué hacer, con quién mantener sus distancias, a quién criticar y con quiénes ir reconstruyendo la relación. Golpe magistral fue su visita al papa Francisco; anunció que la mitad de las prerrogativas de Morena serán para crear universidades. Se recuerda que Lula da Silva alcanzó la Presidencia al tercer intento; júrelo, que ya está en el guión del tabasqueño.
Margarita Zavala muestra los resultados de su larga experiencia política y los seis años en Los Pinos; veremos si a este primer paso le siguen otros que la posicionen, primero en condiciones de hacerse con la candidatura del PAN y segundo se confirma como la principal contendiente contra López Obrador.
Al margen
Posponer el apagón significa aplazar la reforma de las telecomunicaciones, por eso el gobierno federal no puede ceder a las presiones. Reformar la Constitución es un golpe a una de las principales reformas que tanto pregona el presidente Peña Nieto.