Después de haber alcanzado sus ambiciosas metas tres años antes de lo previsto, Volkswagen Audi Group (VW AG) pierde a Martin Winterkorn, la cabeza de su organización en medio de un escándalo en uno de los mercados más importantes para la industria automotriz a nivel mundial, Estados Unidos.
Es cierto que Estados Unidos no es uno de los principales frentes en cuanto a ventas se refiere de la marca bávara, con una participación menor al 5% en el mercado de Estados Unidos y unas ventas de alrededor de 400,000 vehículos anuales pero es un hecho que los planes mundiales de la marca al inicio del año no incluían la posibilidad de que 11 millones de autos en todo el mundo estén equipados con el programa que utilizó la armadora para engañar a autoridades y usuarios sobre las emisiones contaminantes de sus vehículos diésel.
Y aunque la propia compañía anunció que tiene previsto apartar unos 7,300 millones de dólares para hacer frente a los costos que se puedan derivar de este escándalo, la marca afirma que ese monto podría ser mayor si contamos que otros países han iniciado investigaciones y que las investigaciones en Estados Unidos no han terminado.
La estrategia del ex presidente de Volkswagen AG, Martin Winterkorn, incluía colarse en la mente de los consumidores en China. Cuando se trazó esa ruta la marca contaba con los argumentos para llenar las expectativas de los consumidores asiáticos.
El Grupo Volkswagen está integrado por 12 marcas de siete países europeos: Volkswagen, Audi, SEAT, Skoda, Bentley, Bugatti, Lamborghini, Porsche, Ducati, Volkswagen Vehículos Comerciales, Scania y MAN, de entre las marcas que son propiedad del consorcio alemán se encuentran marcas de alta demanda en un mercado con clientes que cada vez encuentran más fácil adquirir autos del lujo y deportivos.
Además de que la apuesta de la marca estaba dirigida hacia los productos que la hacen una marca con grandes ventas. VW se había preparado para entrar al mercado chino en los ocho años en los que el liderazgo del presidente ejecutivo Martin Winterkorn se había visto respaldado por el aumento de marcas y fábricas y las fuertes ventas en China.
Según la marca en el 2014, entregaron unos 10 millones 137, 000 vehículos a nivel mundial, y tuvo una participación del 12.9% en el mercado mundial de vehículos para pasajeros. Esto gracias a las 119 plantas en 20 países europeos, y en 11 de América, Asia y África que Volkswagen AG opera. Los datos de la marca afirman, alrededor del mundo se producen 41,000 vehículos, comercializados en 153 países.
Para mediados de este año Reuters informó que el grupo alemán reportó que entregaron 5.04 millones de unidades. En el mismo periodo Toyota vendió 5.02 millones de automóviles entre enero y junio, una caída de 1.5% frente a los niveles del 2014.
La carrera de VW por ganar volumen de ventas de la marca alentaron el descuido de uno de sus principales activos comerciales: su prestigio. Los márgenes de ganancias se habían languidecido en medio de crecientes ineficiencias que provocaron que la marca que marcaba el paso tropezara estrepitosamente.
La empresa alemana está inmersa en un escándalo donde los coches diésel con detectores falseaban datos de emisiones contaminantes. La renuncia de Winterkorn se anunció después de una reunión que sostuvo ante una comisión del directorio de la compañía.
La empresa ha perdido, aproximadamente, 22,000 millones de dólares en valor de capitalización en dos días en la bolsa de Alemania, después de que se revelara que alrededor de 11 millones de automóviles, 482,000 en Estados Unidos, tienen instalado este programa en los motores Type EA 189, ilegal tanto en Estados Unidos como en Europa.
En un escándalo que no parece tener una salida fácil, el Presidente Ejecutivo de Volkswagen renunció, asumiendo su responsabilidad por la manipulación de la automotriz alemana en pruebas de emisiones de gases en Estados Unidos.
Fuente: El Economista