Las autoridades alemanes advirtieron este domingo que están al límite de su capacidad para acoger a refugiados, mientras la Unión Europea se prepara para celebrar el lunes una reunión de urgencia sobre la crisis de migrantes.
Unos 13 mil 015 refugiados llegaron el sábado a Múnich, y se esperaba que el domingo llegaran, al menos, mil 400 a esa ciudad del sureste de Alemania, la meta de su largo y peligroso periplo a través de Hungría y Austria.
Alemania se ha convertido en el destino de preferencia de muchos refugiados, particularmente sirios, después de que la canciller alemana, Angela Merkel, decidiera aliviar las reglas de asilo para los nacionales de ese país arrasado por la guerra.
Sin embargo, con alrededor de 450 mil personas llegadas al país este año, las autoridades locales están teniendo problemas para hacer frente al importante flujo.
«Debido a las cifras registradas ayer (sábado), está claro que hemos llegado al límite extremo de nuestras capacidades», dijo un portavoz de la policía de Múnich.
El ministro federal de Transporte, Alexander Dobrindt, también intervino en este sentido, afirmando que «son necesarias medidas efectivas ahora para frenar el flujo».
«Eso incluye la ayuda de los países donde llegan los refugiados y también un control efectivo de nuestras fronteras, que ya no funciona, dado el fracaso completo de la UE para proteger sus fronteras externas», declaró en un comunicado.
Dobrindt se refería principalmente a la frontera entre Turquía y Grecia, que muchos migrantes han cruzado.
Por su parte, Merkel solicitó a Atenas el sábado que destine más esfuerzos a proteger las fronteras externas de la UE.
Los ministros de Interior de la Unión Europea mantendrán una reunión extraordinaria el lunes en Bruselas para tratar la crisis de los migrantes.
La Organización de Cooperación Islámica, cuyos miembros albergan a millones de refugiados sirios, también tenía programada una asamblea sobre este tema el domingo.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) informó el sábado que más de 430 mil personas habían atravesado el Mediterráneo en dirección a Europa este año y que 2 mil 748 personas habían muerto o desaparecido en el intento.
Fuente: La Jornada